Transporte

En Pereira fluyen las acciones para una mejor movilidad

Juan Pablo Gallo Maya

Nuestra capital del Eje ha crecido físicamente en las tres últimas décadas de manera inusitada; hoy vemos un parque automotor en aumento, la concentración de zonas residenciales donde antes predominaba el campo, y seguimos recargando el centro de la ciudad como núcleo de la gran mayoría de actividades de comercio y de servicios.

Este panorama irremediablemente conlleva al caos en la movilidad. Si bien registramos atascos en horas pico, este fenómeno está lejos de los niveles de otras ciudades, en las que la problemática desbordó las soluciones.

Los dirigentes sabemos que el concepto de movilidad va mucho más allá de darles orden y fluidez a las vías. En la administración pusimos a funcionar de manera adecuada las dos cuencas del Sistema Integrado de Transporte Masivo (Megabús), que hoy cuenta con 37 articulados y 140 alimentadores, que transportan diariamente a 120.000 pereiranos.

La administración le puso el sello a la palabra ‘sistema’. A partir de haber recuperado la operación del Megabús nos dimos a la tarea de concretar tres grandes sueños.

El primero fue llevar el Sistema Integrado de Transporte Masivo a sectores aislados como los corregimientos de Puerto Caldas y Caimalito, y en la zona urbana, a Villa Verde y a la Universidad Tecnológica de Pereira.

Lo segundo fue montar a los ciudadanos en bicicleta. Las principales vías de la ciudad y las que se construyan en el futuro cuentan y contarán con bicicarriles; este avance ya está articulado con el transporte masivo y, por lo tanto, una persona puede alquilar una de las bicicletas públicas, dejarla en una biciestación y abordar el Megabús con un solo pasaje.

Nuestra tercera acción es la obra civil más importante que se construirá en la ciudad en muchos años. Ya se están excavando los socavones para levantar las pilonas que sostendrán el Megacable, el transporte de cable aéreo urbano más largo del país.

Cuando pensamos en movilidad lo tenemos que hacer en términos de economía, y debemos relacionar la vivienda, la educación y el trabajo con el transporte.

Los pereiranos son testigos de cómo impactamos las vías con el programa ‘A tapar huecos se dijo’ y con la recuperación como par vial de la Carrera Tercera. Construimos el puente Barranquero que nos conecta y le da flujo a la Circunvalar con el centro.

Estamos a punto de entregar la vía paralela a la 30 de Agosto; ya empezamos la construcción de la recta final de las avenidas de La Independencia y San Mateo; en el sur, conectaremos a Cuba con Villa Verde, y aprovecharemos la obra del colector de la quebrada Egoyá para construir sobre él, una avenida y un bulevar, pensando también en la movilidad de quienes optan por caminar.

Todas estas acciones se han construido sin cobrarles un solo peso a los pereiranos; es más, nos dimos una licencia que quizá quede registrada en la historia de la administración pública: devolvimos el dinero a los contribuyentes de valorización, porque nunca estuve de acuerdo con ese cobro.

Los pereiranos merecemos una ciudad que reduzca los tiempos, los costos, el impacto ambiental y los riesgos de accidentalidad y vamos por un muy buen camino.

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