Minas
Especial Minas y Energía
Yacimientos no convencionales, una oportunidad para la educación y el desarrollo
jueves, 25 de octubre de 2018
Durante cien años, el petróleo y el gas han sido pilar fundamental de la economía y el desarrollo del país.
Julio César Vera Díaz
Resulta estupendo que la educación sea el tema central en la coyuntura actual de Colombia. Tanto las demandas de infraestructura pública como una mejor calidad, llevaron al Gobierno Nacional a poner al sistema educativo como prioridad del presupuesto del próximo año, aprobado en el Congreso y a proponer una reforma estructural del presupuesto en materia de regalías para el próximo bienio (2019 - 2020), con el fin de señalar nuevos e importantes recursos para esta materia.
Sin embargo, sectores del magisterio y estudiantes están inconformes y lo expresan en las calles. Rodolfo Llinás respalda su tesis cuando dice que la inversión en educación es muy baja. Pero agrega la necesidad de formar en contexto y no mediante inútiles ejercicio de memoria.
El debate actual debe incorporar temas claves como los recursos y la calidad educativa para llegar a un consenso que permita mayor innovación a partir de la ciencia, el desarrollo y la tecnología y con ellas los recursos para llevar nuestra educación a los niveles ideales. En dicho contexto, la industria extractiva es la más interesada en este debate, pues las soluciones reales, estamos absolutamente convencidos las sigue teniendo Colombia gracias a la exploración y explotación de petróleo y gas.
Durante cien años, el petróleo y el gas han sido pilar fundamental de la economía y el desarrollo del país. Nos han permitido formar y fortalecer en forma continua una industria integrada por ingenieros, técnicos, científicos y estudiosos formados principalmente en los mejores claustros de la educación pública y en unas pocas universidades privadas del país. Nuestra labor es posible gracias al rigor con el que analizamos la geología de Colombia, orientamos la adecuada explotación de nuestros recursos con el uso de altos estándares de tecnología e ingeniería a nivel técnico y ambiental y nos ha llevado a la excelencia y garantizamos en general que la producción de petróleo y gas cumpla con la calidad esperada y exigida.
El avance tecnológico y científico le han permitido al mundo y en especial a países como Estados Unidos y Argentina aumentar sus niveles de reservas y de producción de petróleo y gas gracias a los yacimientos no convencionales (YNC) o más conocidos en nuestro país como yacimientos en roca generadora. El conocimiento de calidad y la experticia y competencia de nuestros técnicos y profesionales, permiten prever que Colombia tiene rocas generadoras con el potencial suficiente para extender sus reservas de petróleo y gas por más de 15 años adicionales. Claro está que estos yacimientos y su potencial requieren el desarrollo de estudios pilotos, con el fin de confirmas sus potenciales y determinar si son viables para su explotación económica, sostenible y ambiental y socialmente responsable.
Pero hay sectores que no permiten que la ciencia haga lo suyo. Y son los mismos que hoy marchan por la educación. Desvían el debate desvirtuando socialmente a la industria petrolera, a la que acusan ligeramente de destructora del ambiente, del agua y de la propia vida. Los YNC son atacados por sectores que se aprovechan de la educación sin contexto, para engañar a la gente y desconociendo la oportunidad de oro para Colombia, en materia de desarrollo social y ambiental, educación, economía, entre otros, que puede significar la explotación futura de dichos yacimientos no convencionales.
De ahí que usen la palabra fracking (fracturamiento hidráulico multietapas en pozos horizontales) para ganar adeptos, cuando fracturar rocas es lo que hacemos desde 1952 para extraer petróleo y gas y en Colombia desde hace más de 20 años estamos haciendo pozos horizontales, por lo cual no nos cansaremos de señalarle al país que estamos preparados para desarrollar una exploración y explotación responsable y sostenible de dichos recursos, con los mejores grupos multidisciplinarios de profesionales, las mejores compañías y de la mano de una regulación robusta a nivel técnico y social que el país ha desarrollado durante más de 10 años.
En el mismo sentido, dichos sectores promueven consultas populares contra el petróleo en municipios y departamentos donde no hay rocas generadoras; y celebren el sabotaje de proyectos que le aportarán los recursos a la Nación para mejorar la calidad de la educación. Será que les conviene que la educación siga igual o peor, al atacar los YNC, una fuente que puede facilitar una educación no convencional, con la calidad y cobertura que el país espera y que definitivamente da el conocimiento con contexto.