Industria
Responsabilidad Social Empresarial
Cambio de mentalidad para las empresas
viernes, 23 de febrero de 2018
La protección de los derechos humanos, inversión y financiación responsable juegan un rol importante en las empresas.
Franco Piza
El mundo padece hoy una serie de problemas: cambio climático, combustibles fósiles, escasez de agua, sobrepoblación, deforestación, contaminación, inequidad social, entre muchos otros. Estas dificultades son hoy una prioridad no solo en las agendas gubernamentales sino también para las empresas que, a través de la naturaleza misma de su negocio, pueden aportar soluciones que permitan el bienestar de las futuras generaciones. Esto compromete de manera directa a los líderes empresariales y a las empresas del Estado, pues son los que tienen las herramientas necesarias para impactar de manera positiva los niveles de calidad de vida de las personas.
Es por esta razón que el enfoque empresarial basado únicamente en la obtención de resultados financieros ha sido reemplazado por uno que, en esencia, se preocupe por realizar una gestión que piense y trabaje no solo por generar a cualquier costo unas utilidades a distribuir, sino principalmente por el cómo se obtienen los resultados económicos esperados a través de una gestión ética y transparente. Es en este sentido, cuando las empresas que se preocupan por incorporar la sostenibilidad dentro de sus estrategias corporativas, garantizan que sus acciones generen un equilibrio entre el crecimiento económico, el cuidado del medio ambiente y el bienestar social, a la vez que aumentan el valor de su acción y generan mayor atracción de los inversionistas, al demostrarles que obtienen retornos estables y están mejor preparadas ante los riesgos de una economía global que está cambiando para privilegiar los modelos orientados al valor compartido.
La protección y respeto de los derechos humanos, inversión y financiación responsable, compras y consumo sostenible, desarrollo del capital humano, apoyo al emprendimiento de alto impacto social y ambiental, y el acompañamiento a las comunidades en su desarrollo integral, ya no son temas propios de los gobiernos de turno, de hecho son más una responsabilidad compartida y las empresas juegan un papel fundamental desde la gestión de recursos, capacidades, alianzas, cobertura, conocimiento e innovación.
Lo anterior contribuye al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, aprobados en 2015 por las Naciones Unidas y centrados en la erradicación de la pobreza a través de una perspectiva múltiple, con esfuerzos en la salud y educación de la población, así como en la protección de los recursos naturales. Estos objetivos apalancan la creación de alianzas y sinergias entre sectores público/privados para canalizar recursos y conocimientos que permitan la viabilidad de los mismos. La sostenibilidad es el camino hacia la perdurabilidad y la manera de trascender cualquier negocio para generarles valor en el largo plazo a los diferentes grupos de interés con los cuales se relacionan las empresas. Si en este sentido existe coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, se evidenciará lo que realizan las organizaciones a través de hechos concretos, influyendo así en la percepción de las personas para finalmente impactar de manera positiva en la reputación de las mismas.
En las entidades financieras el tema cobra mayor importancia, pues representan al sector responsable de generar los recursos necesarios para apalancar la economía mundial.