Factura electrónica 2020

Facturación electrónica fortalece la transformación digital de Colombia

Daniel Medina

El 2020 inició con un cambio relevante hacia la transformación digital del país: la masificación de la factura electrónica. Este importante paso, trae consigo un “despertar digital” para las empresas e incentiva la redefinición de procesos con enfoques más digitales, centrados en el cliente y el aprovechamiento de la información.

Durante los últimos dos años la transformación digital, el uso de tecnologías emergentes y la apropiación digital, se han incluido en las iniciativas estratégicas de las organizaciones. Hoy en día, en las conversaciones de los directivos se tratan aspectos tales como “customer journey”, fábricas digitales, metodologías de diseño como “design thinking”, factura electrónica, rediseño de procesos con enfoque digital e interés por hacer parte de la llamada “economía digital”.

La factura electrónica ha tenido un impacto muy positivo en el sector empresarial, no sólo porque se calcula que la emisión de facturas electrónicas puede reducir hasta en un 85% los costos directos de facturación a través de la eliminación de procesos de impresión, mensajería y almacenaje; sino por haber sido un detonante para el cambio de mentalidad hacia el llamado “digital mindset”. Las empresas ahora quieren dar un paso adelante con otros documentos electrónicos como contratos laborales, pagarés, garantías y el diseño de sus servicios basados en el concepto de interoperabilidad.

Primer cobro judicial de una factura electrónica
Como elemento a destacar, en la transformación digital del país y de su sistema judicial, se dio el primer cobro judicial de una factura electrónica en Colombia. El equipo de innovación legal y digital de la compañía Olimpia IT, solicitó ante un juez el pago de una factura electrónica emitida a un cliente en Colombia y, basados en las normas de comercio electrónico vigentes, se reconoció el mérito ejecutivo de la factura y se ordenó su pago por parte del juez.

Lo anterior es esencial para lograr “confianza digital”, elemento que permite a los ciudadanos sentir respaldo y tranquilidad en digitalizar sus modelos de negocio, y confianza en que el estado y la justicia se encuentran en sintonía con la transformación digital.

Sus proveedores deben ser digitales
Una recomendación importante para las empresas es asegurar que sus proveedores ya se encuentren facturando electrónicamente. Para el presente año, máximo el 30% del total de las compras de bienes y servicios que se realicen podrán ser soportados sin factura electrónica de venta, para el 2021 será del 20% y para el 2022 del 10%. Esto quiere decir que las empresas que superen los porcentajes máximos definidos tendrán que asumir mayores costos pues ya no serán deducibles en su impuesto de renta.

La productividad
Con la factura electrónica el sector empresarial ha visto un claro ejemplo de “el costo marginal cero” descrito por Jerimy Rifkin, que menciona que la tecnología tiene la capacidad de hacernos más competitivos, de hacer que los ingresos crezcan a ritmo acelerado versus los costos y de generar mayor confianza y credibilidad en el impacto digital.

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