Canales nacionales son los preferidos por consumidores, sobre los canales de cable

En el mundo de la tecnología, la información y las nuevas tendencias de consumo de televisión por streaming, se hace necesario evaluar cómo opera el sistema de televisión nacional y si la cancha está nivelada para ambas partes.

Con el boom de Netflix, Disney+, Amazon Prime, HBO entre algunos de los ejemplos de televisión por streaming o en demanda se pensaría que los consumidores están comprando cada vez más estos productos, pero la realidad, al menos en Colombia, es que la televisión de canales nacionales privados o públicos sigue siendo la que más se ve.

Empresas como Caracol, RCN, Señal Colombia, Teleantioquia, y demás compañías consolidadas y que pagan sus impuestos de forma legal tienen en estas plataformas una competencia un tanto desigual, al menos en materia tributaria.

Además, en los últimos años han tenido que sobrellevar una pelea con los cableoperadores que transmiten su señal abierta, pero que cobran suscripción.

En Colombia, el Estado debe garantizar que los ciudadanos puedan recibir la señal abierta de televisión, que no requiere una suscripción a un operador, y tampoco genera ningún costo.

Por ello, y ante la falta de infraestructura propia, el Gobierno, por medio del artículo 11 de la Ley 680 de 2001, estableció que “los operadores de Televisión por Suscripción deberán garantizar sin costo alguno a los suscriptores la recepción de los canales colombianos de televisión abierta de carácter nacional, regional y municipal que se sintonicen en VHF, UHF o vía satelital en el área de cubrimiento únicamente”, sin embargo, desde hace más de seis años se viene desarrollando una discusión sobre si los cable operadores deberían o no pagarle a los canales por retransmitir su señal.

Por un lado, los operadores de televisión por cable argumentan que tienen una limitación expresa dada por la orden del Estado de retransmitir la señal de los canales nacionales, por lo que supuestamente no generan lucro por ello y por ende no tienen obligación de pagarles, según explicó Camilo Sánchez, presidente de Asociación Nacional de Empresas de Servicios Públicos y Comunicaciones, Andesco.

Por su parte, los canales dicen que esta limitación no está en la norma, sino que es una interpretación que ellos han hecho y “en la medida en que una entidad no defina, si lo que interpretamos está bien o mal, los canales seguirán argumentando que los operadores les deben dinero y las empresas de televisión por cable continuarán diciendo que no deben pagarles”, agregó Sánchez.

Jorge Martínez, secretario general de Caracol Televisión, argumentó que los operadores sí se lucran con sus señales, pues “en el horario AAA entre semana, que es donde está el dinero, 70% de la gente en Colombia está viendo a través de un operador de TV cerrada RCN, Caracol, CityTV o las señales pública; 30% restante se lo reparten entre más de 100 canales de cable”; además, explicó que los fines de semana la proporción varía, pues 70% ven canales de televisión por cable y 30% los nacionales. Aún así el mayor lucro lo generan los canales de señal abierta.

Ante este panorama, Movistar aseguró que los operadores de televisión por suscripción ofrecen un contenido audiovisual para que quienes lo deseen, adquieran el servicio.

“La norma nos exige que en la parrilla de programación incluyamos, sin costo alguno, la señal de los canales de televisión abierta (Ley 680 de 2001, art. 11). Esta medida fue evaluada por la Corte Constitucional, quien consideró que es una carga que debemos asumir los operadores de televisión para que todos los usuarios tengan acceso a los canales de televisión abierta y garantizar así el acceso a la información y el pluralismo informativo (Sentencia C-654-03)”, aseguró.

Aún así, Martínez dijo que los canales nacionales también son obligados a tener una cuota de producciones colombianas y que no por eso “cogemos la película y la pasamos sin pagarle a los productores, todo lo contrario porque es una manera de apoyar a la industria”.

Ahí es donde entra otra discusión, pues según explicó Sánchez, no hay una unidad al interior del Estado “vemos entidades que no tienen la misma interpretación de la norma, y el problema se ha llevado a instancias de la Comunidad Andina, CAN, donde hay una interpretación más hacia los derechos de autor, por lo que no hay una entidad que tenga la última palabra para tomar una decisión”.

Además, en el pasado el Consejo de Estado dijo que la interpretación de los operadores de televisión por suscripción es correcta, pero la Dirección Nacional de Derechos de Autor dice que lo que debería prevalecer es el derecho de autor y que el artículo no es una limitación expresa para las compañías.

El secretario general de Caracol, afirmó que en un punto le propusieron a las empresas de televisión por cable que no les pagaran por la análoga, sino la digital, porque “para que haya una transición, y no tengan que pagar una gran cifra de una día para otro”.

Además, aseveró que si las empresas de cable no quieren pagar por la retransmisión argumentando que es una señal que brindan gratuitamente, esto debería verse reflejado en el servicio, lo que quiere decir que si un usuario no paga la mensualidad, aunque se le quiten los canales por cable, deben garantizar que puedan seguir con la señal de los nacionales.

Los pendientes del regulador convergente desde su conformación

Con la sanción presidencia del proyecto de Ley de Modernización de las TIC desarrollado e impulsado por el Gobierno Nacional el año pasado, la CRC pasó a ser un regulador convergen desde el que se vigila todo el sector de las telecomunicaciones, desde la televisión hasta las comunicaciones por medio de celulares.

Sin embargo, no competencia de esta entidad pronunciarse sobre este pago a los canales de televisión, lo que deja el problema en manos de la máxima autoridad el Ministerio de las TIC.