Análisis

El autocuidado y la prevención de enfermedades

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Carlos Estévez

Subdirector de Salud Cafam

Frente a la importancia de adoptar prácticas de prevención en el diario vivir, mucho se habla de tener una alimentación sana, de hacer ejercicio físico y dormir bien. Sin embargo, los hábitos, factores externos a los que muchas personas se ven expuestas (ya sea por su trabajo o lugar donde residen) y aspectos genéticos determinan qué tan saludables somos. De estos, algunos son difíciles de modificar, pero otros, especialmente los primeros, están en nuestras manos.

El factor más importante para prevenir la enfermedad y mantener un adecuado estado de salud es la participación de la persona en su autocuidado. Es esta la mejor manera de encargarnos responsablemente de nuestro bienestar.

Es importante entender que no todas las enfermedades pueden prevenirse; no obstante, aquellas que generan la mayor parte de las muertes y complicaciones en el mundo sí tienen medidas que resultan efectivas. Las enfermedades infecciosas, por ejemplo, pueden prevenirse con estrategias sencillas y de fácil acceso, como la vacunación. En aquellas condiciones para las cuales no existen vacunas se deben reforzar medidas como el lavado de manos o el uso de tapabocas, tal y como sucedió con el covid-19.

Así mismo, existen factores de riesgo claramente identificados que han demostrado una relación causal con la enfermedad; por ejemplo, la falta de actividad física es responsable de 10% de los casos de cáncer de mama o colon y aproximadamente de 22% de los casos de infartos.

De acuerdo con el Dane, en 2022 la principal causa de muerte fue la enfermedad isquémica del corazón, que registró 41.783 fallecimientos; el segundo puesto fue para las enfermedades cerebrovasculares, que contabilizaron 14.390; y el tercero fue para las enfermedades crónicas de las vías respiratoria, que cobraron 12.857 vidas.

En cuanto a las enfermedades cardiovasculares, como infartos o trombosis, está demostrado que la posibilidad de ocurrencia disminuye cuando se tiene una vida físicamente activa, con caminatas diarias de 30 minutos, realización de ejercicio de fuerza y una alimentación saludable donde se disminuya el consumo de grasas saturadas y de carbohidratos. El abandono del tabaco disminuye también la incidencia de estas enfermedades, así como el riesgo de desarrollar cualquier forma de cáncer, no solo de pulmón.

Frente a los aspectos psicosociales, un factor preventivo es la existencia de un proyecto de vida desde la infancia y la adolescencia. Las personas que desde esta etapa empiezan a planear lo que será su futuro y se plantean metas tienen menor probabilidad de desarrollar trastornos de la esfera mental.

Así pues, cambiar de hábitos y tomar medidas que eviten la aparición de enfermedades, detener su avance en caso de padecerla y saber cómo tratarlas, resulta fundamental.

En Salud Cafam, se garantiza la integridad de los servicios de salud a través de un modelo de atención enfocado en las necesidades y el curso de vida de los afiliados, donde la prevención y el autocuidado hacen la diferencia, sustentada en una atención primaria resolutiva. Es así como se ha convertido en una de las instituciones más fuertes en medicina familiar en el país.

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