Reino Unido
Isabel II, una marca global
Del himno a las monedas: ¿qué cambiará después de la muerte de Isabel II?
viernes, 9 de septiembre de 2022
Varios aspectos de la vida cotidiana de los británicos llegarán a cambiar tras la muerte de la monarca y la asunción de su hijo, Carlos III
El Observador - Montevideo
Con la muerte de la reina Elizabeth II, este jueves a los 96 años, distintos aspectos de la vida cotidiana del Reino Unido cambiarán. La llegada al trono del hijo de la fallecida monarca, que este sábado será proclamado oficialmente como el rey Carlos III, significa modificaciones a cuestiones como la apariencia de los billetes y las monedas, hasta un cambio en la letra del himno británico.
Moneda y sellos
El rostro del nuevo rey empezará a aparecer en las monedas y billetes del Reino Unido y otros países del mundo, sustituyendo el perfil de la reina Elizabeth II.
Su imagen también aparecerá en otras divisas utilizadas en islas del Caribe oriental, Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
Lo mismo ocurre con las islas de Jersey, Guernsey y Man, así como las Malvinas, Gibraltar y Santa Elena, todas ellas dependencias de la Corona británica.
En 1936, durante el reinado de 326 días del rey Edward VIII, tío de Elizabeth, se acuñaron monedas, pero el monarca abdicó antes de que se pusieran en circulación.
El rostro de Elizabeth II también aparece en los sellos, mientras que las letras EIIR, de Elizabeth II Regina, figuran sobre todos los buzones de correos, que deberán ser modificados.
El distintivo de los cascos de la policía también cambiará.
Himno y pasaportes
El famoso himno nacional británico se convertirá en God Save the King, con una versión masculinizada de la letra.
Será una costumbre posiblemente difícil de cambiar para los británicos, que llevan cantando God Save the Queen desde 1952. También es uno de los dos himnos nacionales de Nueva Zelanda y el himno real de Australia y Canadá, que tienen sus propios himnos nacionales.
Habrá que actualizar asimismo el texto de la cubierta interior de los pasaportes británicos, emitidos en nombre de la corona, y la inscripción similar que aparece en el interior de los pasaportes australianos, canadienses y neozelandeses.
Al levantar una copa en los actos oficiales, ya no habrá que decir "la reina" sino "el rey".
Política y derechos
Los nombres del "gobierno de su majestad", del tesoro y de las aduanas pasarán de ser "her majesty's" a "his majesty's".
Así también, será "el discurso del rey", y no el de la reina, el que inaugure las sesiones parlamentarias presentando el futuro programa de gobierno.
Cambiarán del mismo modo el nombre de "la guardia de la reina", fotografiada hasta la saciedad por los turistas frente al Palacio de Buckingham.
La policía ya no velará por la paz de la reina, sino por la del rey, y los abogados superiores pasarán de ser QC (Queen's counsel) a KC (King's counsel).
En el ejército, los nuevos reclutas ya no tomarán "el chelín de la reina" al alistarse, como establece la fórmula. Tampoco tendrán que someterse a las normas de la reina.
También se masculinizará el nombre del "Her Majesty's Theatre", teatro del célebre barrio londinense del West End, donde se representa El Fantasma de la Ópera desde 1986.
Y quienes aspiren a hablar inglés con el acento más elegante posible, conocido como "el inglés de la reina", ahora tendrán que intentar hablar "el inglés del rey" Charles III.