La deuda neta superará el nivel de 61,3% del Producto Interno Bruto en 2036

En la presentación del Marco Fiscal del Mediano Plazo se dio a conocer que el Gobierno Nacional Central, GNC, proyecta una trayectoria creciente en el corto plazo de la deuda, con un aumento desde 59,3% del PIB en 2024 hasta un máximo de 63,8% que se daría en 2027, esto como consecuencia de la aceptación de la cláusula de escape.

A partir de ese último año la deuda iniciaría una reducción gradual, llegando a 61,3% del PIB en 2036. El Ministerio de Hacienda explicó que esta dinámica “ubica consistentemente el indicador por debajo del límite de 71% del PIB establecido en la Ley 1473 de 2011, pero también persistentemente por encima del ancla de 55%, lo que evidencia un margen estrecho de maniobra fiscal”.

De hecho entre 2025 y 2027 se observa un incremento acumulado de 2,4 puntos porcentuales del PIB en la deuda neta, “reflejo de los déficits primarios que registraría el GNC”.

Por lo que en el mediano plazo, la reducción del nivel de la deuda dependería del cumplimiento de las metas fiscales, así como de la implementación de reformas estructurales tanto en ingresos como medidas de gestión y reestructuración del gasto.

El ministro de la cartera, Germán Ávila dijo que mientras opere la cláusula de escape de la regla fiscal, entre 2025 y 2027, la trayectoria de deuda proyectada es coherente con las necesidades de financiamiento.

Pero desde 2028, con la materialización de los ajustes descritos, el Balance Primario Neto Estructural se alinea con los niveles de deuda neta observados en el periodo previo, es decir que se reducen progresivamente las necesidades de financiamiento. Aunque el pago de intereses sobre el stock de deuda limita la velocidad del ajuste, haciendo que la reducción del endeudamiento sea paulatina y prolongada en el tiempo, no obstante, en el corto plazo el monto no será inferir a 60% del PIB.

En el marco fiscal aclararon que los niveles de deuda proyectados no son superiores a los que se estimaban en el marco de 2021 y en la exposición de motivos de la Ley 2155, mediante la cual se reformó la regla fiscal “esto cobra especial relevancia al considerar que las proyecciones se realizaron antes de observar la caída transitoria de la deuda entre 2021 y 2023 y que como se explicó respondieron a factores coyunturales y no a estructurales”.

Concluyeron que la trayectoria de deuda proyectada refleja un compromiso del Gobierno por asegurar la sostenibilidad de las finanzas públicas en el mediano plazo.