La Guajira y Magdalena serían los departamentos más afectados por la ola de calor

Entre el 20 y 22 de julio, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) hizo seguimiento a las cifras más alarmantes asociadas a la llegada del fenómeno de El Niño. Santa Marta (Magdalena), Riohacha (La Guajira) y Cartagena (Bolívar) presentaron temperaturas arriba de 38 grados centígrados (°C). Se trata de máximos históricos que ponen en riesgo la economía del país y la salud de los ciudadanos en las regiones.

Ghisliane Echeverry, directora de la entidad, aseguró que 2023 podría ser el año más caluroso en la historia del país. “Hemos observado, en nuestro seguimiento climático, que durante los meses de abril, mayo y junio, las precipitaciones han estado por debajo de los niveles históricos. Se espera que tengamos uno de los años más calurosos en toda la era postindudstrial. El fenómeno de El Niño puede contribuir a un aumento de la temperatura global”.

Uno de los últimos informes del Ideam de mayo reveló que Atlántico, César, Sucre, el oriente de Norte de Santander, el norte de Antioquia y occidente de Santander tenían temperaturas máximas que oscilaban entre 32° C y 34° C. Otros departamentos como Arauca, Vichada, Guainía, Meta y Guaviare tuvieron picos de temperatura entre 30° C y 32° C.Sin embargo, con la llegada de El Niño, estas condiciones reportadas en mayo podrían alcanzar números más altos en el segundo semestre.

Raúl Ávila, docente de la Universidad Nacional, afirmó que el país deberá enfrentar los retos traídos por El Niño. En primer lugar están las sequías extremas que afectan el desarrollo de los cultivos, como consecuencia está la escasez de productos y el incremento de los precios, patrón que incidirá en la inflación de los alimentos y demás ítems relacionados con el IPC.

“Habrá afectaciones en materia energética. La cantidad de lluvia baja afecta la generación hidroeléctrica, lo que tendrá implicaciones de racionamiento: esto mantiene en alerta a los gremios y actores del sector”, dijo el experto.

La salud de la ciudadanía también se verá deteriorada. La alta temperatura es un problema mundial y Colombia, al estar en medio de los trópicos, no se libra de la contingencia global. Ávila aseguró que la deshidratación puede acarrear posibles muertes. “En los departamentos más calurosos al norte de Colombia existe el riesgo de desgaste físico y enfermedades relacionadas con el calor extremo. Golpes de calor, deshidrataciones, agotamiento, pérdida de fluidos son problemas que padece la población por las altas temperaturas. El riesgo es más grande si se habla de niños o ancianos.

La zona norte del país podría enfrentar problemas respiratorios a causa de las sequías y los incendios forestales que degeneran la calidad del aire. El aire caldeado de algunas regiones de es un ambiente favorable para la proliferación de enfermedades como el dengue, la fiebre amarilla y la malaria.

“El Gobierno Nacional debe tener muy claro que puede convertirse en una contingencia bastante grave. Las entidades del país deben desarrollar un programa de seguimiento y cuidado de cara a las afectaciones e impactos”, dijo Ávila.

La ministra de Ambiente, Susana Muhamad, pidió el pasado 27 de julio la presentación de un plan de contingencia a los gobiernos locales para mitigar el impacto de El Niño. La funcionaria aseguró que solo 13 departamentos del país entregaron los documentos que detallan cómo se enfrentará la coyuntura climática.

La alta funcionaria aseguró que, hasta ahora, la única zona con emergencia climática es el departamento de La Guajira, debido a su vulnerabilidad.

“La situación actual tiene una afectación en la calidad de vida de los ciudadanos. Debe haber alerta máxima y un desarrollo de planes para enfrentar los problemas de generación de energía. Asimismo, el suministro de agua para la población va a tener incidencias grandes. Parece que este fenómeno de El Niño que se avecina es bastante fuerte”, concluyó el experto.