Los que ganan y pierden en Santander con el Índice de Competitividad Municipal

El Índice de Competitividad Municipal (ICM) 2023 reveló el actual panorama del desempeño de 42 municipios de Santander puntualmente en el tema de competitividad, destacando avances significativos en áreas como educación, infraestructura, sostenibilidad ambiental y dinamismo empresarial, pero también puntualizando los desafíos que enfrenta el departamento en su desarrollo regional.

Ismael Estrada Cañas, director del centro de información empresarial de la Cámara de Comercio de Bucaramanga, explicó de qué se trata esta medición: “El ICM es un intento, desde las cámaras de comercio, las comisiones regionales de competitividad e innovación y algunas universidades del Nororiente de Colombia, para tener una medición del desempeño competitivo a nivel de municipios, que sirva como una hoja de ruta para transformar realidades y mejorar el bienestar social”.

De esta manera, se establece un diagnóstico del territorio, que permite evaluar en qué variables se debe actuar para mejorar los niveles de productividad, competitividad, prosperidad social y progreso.

Los resultados arrojaron que, en el ámbito de la competitividad, municipios como Bucaramanga, Floridablanca y San Gil se posicionan como líderes. La capital del departamento sobresale con un alto puntaje en instituciones, gracias a su eficiencia administrativa y autonomía fiscal, que le permite atraer inversión y fortalecer su tejido empresarial.

Además, cuenta con una infraestructura moderna y una conectividad digital avanzada que la convierten en un referente regional. Floridablanca, por su parte, destaca en calidad educativa, con excelentes resultados en pruebas Saber 11° y una amplia cobertura escolar, además de un notable compromiso con la sostenibilidad ambiental. San Gil, conocido por su atractivo turístico, lidera en sostenibilidad gracias a sus políticas de manejo de recursos naturales, mientras que en educación y dinámica empresarial mantiene un desempeño sólido.

“El resultado más notable es el hecho de que Bucaramanga, como municipio, pasa del primer al tercer lugar, lo que implica que otros municipios han venido haciendo la tarea y se están moviendo a un ritmo más acelerado que la ciudad. Esto nos invita a hacer un análisis, porque encontramos que lo que causó este retroceso en Bucaramanga fue un aumento de las tasas de hurto y de riesgo de desastres naturales, y algunos temas relacionados con movilidad y seguridad”, explicó el director.

Pero no todos los municipios del departamento comparten el mismo nivel de avance. En las zonas periféricas, como Cimitarra, Sabana de Torres y Barbosa, los retos son evidentes. La limitada cobertura de servicios públicos, como acueducto y alcantarillado, y las carencias en conectividad digital dificultan el progreso de estas áreas. Además, la infraestructura educativa y el acceso a tecnologías en estas regiones son insuficientes, lo que afecta tanto el rendimiento académico como las tasas de deserción escolar. En términos de salud, la falta de infraestructura hospitalaria en municipios rurales representa otro desafío crítico.

“Lo que vamos a encontrar es una diversidad de explicaciones para cada municipio. Es decir, las realidades de uno y otro municipio son totalmente diferentes y merecen un análisis específico y diferenciado”, afirmó Estrada.

En instituciones, Bucaramanga y Floridablanca muestran una sólida capacidad de gestión fiscal y administrativa, mientras que los municipios rurales luchan por mejorar su autonomía financiera. En infraestructura, los municipios urbanos cuentan con buenos índices de conectividad y servicios, contrastando con las deficiencias de las áreas rurales. En sostenibilidad ambiental, San Gil y Zapatoca lideran en conservación de recursos, aunque la deforestación sigue siendo un problema en otras zonas del departamento.

El índice municipal es un ejercicio que se hace de manera interinstitucional
Según la presentación del ICM, este ejercicio interinstitucional “ofrece un diagnóstico detallado y actualizado de la competitividad de 90 municipios en Santander, Norte de Santander, Boyacá, Cesar, Arauca y Casanare. Con base a 96 indicadores “duros”, se evalúan las fortalezas y debilidades en siete pilares clave, con una metodología robusta y multidimensional adaptada de la propuesta del Foro Económico Mundial, el Consejo Privado de Competitividad y la Universidad del Rosario”.