Café San Alberto genera cadena de empleos que impulsa producción en el Eje Cafetero

Una de las regiones con mayor sentido de pertenencia y de empuje es el Eje Cafetero, que cada vez demuestra una mayor competencia y buenos resultados gracias a empresas de gran talante que, incluso, hacen parte de las más grandes del país.

Así lo demostró la XXI Asamblea de Afiliados al Eje Cafetero de la Andi, celebrada en junio, donde se destacó que las 71 compañías arraigadas a la seccional Risalada-Quindío hoy aportan más de 50% del PIB de la región y generan más de 32.000 empleos, las cuales sumaron ventas por $10,9 billones en 2023.

“La seccional Caldas hace el aporte al PIB del departamento con 41%, porcentaje que logra con el trabajo de 73 empresas y 15 emprendedores de la Andi del Futuro que, en conjunto, tienen presencia en 11 sectores económicos y producen 90% de las oportunidades laborales formales”, explicó Andrea Cadavid Plitt, gerente Seccional Caldas de la Andi.

A esto se suma el más reciente informe BER del Banco de la República, en el que se señaló que la economía del Eje Cafetero reportó resultados mixtos durante el segundo trimestre de este 2024, en el que la producción industrial de Risaralda y la oferta agropecuaria crecieron, gracias a mayores exportaciones de café y algunos rubros manufactureros.

Una de las empresas que hoy engrandece a la región y al país con su producto es Café San Alberto que, a través de este grano cultivado con procesos de alta calidad, contribuye con sus ventas locales y exportaciones a la economía nacional. Para entender un poco más el éxito de esta compañía, hablamos con su director general, Gustavo Villota.

¿A cuánto ascienden los ingresos operacionales y cuánto comercializa al año?

Logramos ingresos anuales de $16.000 millones, principalmente, a través de la venta de nuestro café de altísima calidad, producido en la hacienda San Alberto. Pero complementamos los ingresos con aportes de otras líneas de negocio, como nuestras tiendas de café, experiencias, accesorios y souvenirs.

¿Cómo contribuye al crecimiento económico del Eje Cafetero y al PIB de la región?

San Alberto aporta a la creciente dinámica del Eje Cafetero, a través de varios ejes: la generación de empleo, tanto a nivel agrícola en la producción de la hacienda; como en las tiendas de café y experiencias turísticas. Asimismo, compra los insumos y materias primas a proveedores de la región.

También genera turismo, al convertirse en un atractivo para visitantes nacionales y extranjeros, quienes quieren conocer de cerca la magia detrás del café más premiado de Colombia, y es por eso que alrededor de unas 5.000 personas visitan semanalmente la hacienda San Alberto, en Buenavista (Quindío).

¿Qué tipo de productos consolidan su portafolio?

El pilar de San Alberto es el café de gama alta, con el que se logra el ensamblaje del Caturra y Castillo, los productos más emblemáticos y más premiados de Colombia; pero también el Corazón Gesha y los Cisnes Negros que presentan sorprendentes notas, en ediciones extra limitadas. Sin embargo, el portafolio ya cuenta con una línea robusta de productos complementarios, como: hidratante de labios de caramelo y café, jabón cremoso de café o el scrub de café y menta.

De igual forma, nos destacamos por los templos cafeteros, espacios colmados de experiencia de marca, a nivel nacional, y muy pronto internacional. Al igual que por el turismo, mediante el servicio ya reconocido como el “Bautizo Cafetero”, que se ha vuelto un referente. Por último, San Alberto es el importador exclusivo de las cafeteras Hario y Chemex, objetos de culto dentro de la categoría de café.

¿Cuánto café exporta actualmente y a qué países?

Actualmente exportamos alrededor de 30% de nuestra oferta, y lo hacemos a través de los múltiples canales que hoy ofrece el ecosistema comercial y la red logística a Estados Unidos, que es el mercado más fuerte de la empresa. Allí llega nuestro café tanto a distribuidores y restaurantes de muy alto nivel, como al consumidor final, con la máxima frescura y sabor; incluso, San Alberto está en las bodegas de Amazon de este país, lo que garantiza la logística de distribución.

Adicionalmente, nuestro café se comercializa en Paraguay, Chile y Brasil, que son destinos constantes en Latinoamérica. También a Europa y Medio Oriente, que son clientes que crecen y en donde se vislumbran importantes alianzas comerciales.

¿En qué lugares tiene operación la empresa o en qué partes del país hace presencia con su producto?

El epicentro de nuestra producción es en el Quindío, en Buenavista, donde se encuentra la hacienda. Pero contamos con tiendas o Templos para el Café, como los llamamos, en Bogotá y en Cartagena; además de contar con oficinas comerciales en la capital del país.

¿Cuántos empleos directos e indirectos genera la marca actualmente?

San Alberto emplea a cerca de 50 personas en sus labores de administración, ventas y mercadeo. Pero en la hacienda se suma unos 25 colaboradores más, aunque este número puede llegar a 100, en temporadas especiales, como la cosecha.

¿Qué proyectos culminan este 2024 o se consolidan para 2025?

En la zona cafetera se terminará de hacer una gran inversión en la propuesta turística de la hacienda, pues hoy ya contamos con muchas más comodidades en nuestra tienda insignia de Buenavista, en donde se logró una capacidad multiplicada por dos, en la Terraza San Alberto, el paraíso de los tomadores de buen café, en donde se atiende tanto a visitantes locales como turistas.

De igual forma, acabamos de abrir nuestra tienda más grande en Bogotá, en la icónica zona del Nogal, con más de 300 metros cuadrados, en donde se ofrece el portafolio completo de San Alberto e, incluso, el servicio se extiende a una oferta exquisita de platos a la carta.