¿Qué hacer y conocer durante un viaje corto de negocios por la capital chilena?
jueves, 31 de julio de 2025
La capital más próspera de América Latina, que deja ver el paso de Los Andes, es también un lugar clave para el desarrollo gastronómico y el ocio de los viajeros
Más de 200.000 colombianos viajan cada año a Chile para conocer sus tradiciones; muchos de ellos lo hacen por negocios y para entender la oferta vinícola y gastronómica del país. Durante la última década Santiago de Chile se ha consolidado como un epicentro enológico y culinario, con un crecimiento sostenido del turismo impulsado por sus viñedos de clase mundial y restaurantes de renombre internacional como La Mesa, Yum Cha, Boragó, Fukasawa y Karai by Mitsuharu.
Santiago es la puerta de entrada principal: en la primera mitad de 2024 recibió más de 1,2 millones de turistas extranjeros, un alza de 38% anual, consolidándose como la ciudad más atractiva de Sudamérica en los World Travel Awards.
En cuanto al mercado del vino, el valor total en Chile alcanzó en 2024 aproximadamente US$3.800 millones, de los cuales unos US$1.700 millones corresponden a consumo fuera del hogar (bares y restaurantes) y US$2.100 millones al mercado interno en tiendas y supermercados. Se proyecta que el sector crezca a una tasa anual compuesta de 8,3% entre 2024 y 2029, llegando a US$5.800 millones al finalizar esa década.
El impacto económico directo de la restauración en Santiago es notable: grandes restaurantes como Boragó, ubicado en Vitacura, han sido reconocidos globalmente como centros de innovación y funcionan con menús de temporada que rescatan ingredientes endémicos como picoroco y jibia.
Cocinas como La Mesa (perfecto para un día en el que busque combinaciones claras de Chile y sin se pretenciosas), o Yum Cha (icónico por su investigación), Fukasawa (con uno de los mejores servicios en honor a Asia, pero en Santiago) y Karai by Mitsuharu, dirigidos por chefs de alto perfil, contribuyen al posicionamiento internacional y al gasto turístico promedio que en Santiago se estima en unos US$100 diarios solo en alimentación y experiencias gourmet.
La sinergia entre turismo y vinicultura impulsa la economía local: las visitas a viñedos generan ingresos para bodegas, operadores turísticos, transporte y restaurantes, y el desarrollo de experiencias gastronómicas asociadas a catas, maridajes y degustaciones ha permitido diversificar la oferta turística urbana y rural en los valles vitivinícolas cercanos. Santiago se ha transformado en un destino de alto valor económico, donde el aporte del turismo de vinos y restaurantes premium representa una parte sustancial del auge regional: el sector vinícola genera miles de empleos directos e indirectos, y la restauración fina atrae a turistas que buscan experiencias culinarias auténticas y sofisticadas, reforzando la ciudad como un referente innternacional.
Los atractivos turísticos de Chile detrás de los planes naturales
Chile no solo brilla por sus vinos y cocina, sino también por su diversidad natural. Al pie de los Andes, Santiago ofrece fácil acceso a senderos como Cerro San Cristóbal y Parque Aguas de Ramón, ideales para caminatas con vistas panorámicas. A pocas horas, se encuentran los valles de Casablanca, Maipo y Colchagua, rodeados de viñedos que combinan paisaje, gastronomía y enoturismo. Además, destinos como Valparaíso y la costa pacífica ofrecen playas, patrimonio cultural y experiencias costeras que complementan la visita, haciendo de Chile un destino multifacético.