La Compañía de Puertos Asociados invierte cada año una suma de US$30 millones

En busca de fortalecer la capacidad operativa de sus cinco terminales, mejorar los niveles de productividad y ofrecer mayor seguridad para clientes, empleados y demás actores que intervienen en la cadena logística que se desarrolla en sus instalaciones, la Compañía de Puertos Asociados, Compas, ha invertido en la última década más de US$300 millones con el fin de ofrecer un servicio eficiente y oportuno a quienes hacen las utilizan.

Andrés Osorio, presidente de este grupo compuesto por una red de terminales multipropósito en Barranquilla, Cartagena, Tolú, Cascajal y Aguadulce (estos dos últimos en Buenaventura), el cual opera una concesión portuaria privada que presta servicio público, explicó cuál viene siendo el desempeño que han tenido estas en los últimos meses y qué retos afrontan para los próximos años.

¿Cuál ha sido el desempeño que ha tenido el grupo en los últimos meses?

Nos hemos enfocado en aprovechar la infraestructura con la que contamos, buscando cómo ser más productivos y cómo mejorar nuestras operaciones. Para ello, hemos invertido casi US$300 millones en los últimos 10 años, y eso nos permitió exceder en 2022 los ingresos presupuestados en 110 %, lo cual nos ha facilitado no solo entregar unos excelentes resultados a los accionistas, sino duplicar los recursos que destinamos a la inversión social.

¿En qué han consistido esas inversiones?

Hemos hecho mejoras en el almacenamiento de granos y otros productos, desarrollando proyectos en las cinco terminales, con lo cual hemos ampliado las capacidades operativas para seguir entregando servicios eficientes y oportunos para los clientes.

Terminamos las expansiones de las facilidades graneleras en Tolú y Barranquilla; en esta última terminal, construimos la mecanización de la nueva planta de graneles alimenticios e iniciamos las obras para ampliar la capacidad de almacenamiento de la terminal Cascajal. Con este proyecto, adicionamos dos nuevos silos metálicos con una capacidad aproximada de 6.500 toneladas cada uno, los cuales se interconectarán a la actual infraestructura mediante una prolongación de los sistemas de transferencia que hoy se tienen para el llenado y vaciado de silos. Además, el proyecto incluye la construcción de dos piñas de amarre para popa y proa, en reemplazo de las actuales boyas de amarre. Así mismo, en Tolú recibimos tres nuevos silos verticales metálicos y aumentamos la capacidad de almacenamiento para granel comestible en 27.000 toneladas.

¿Cuáles son los desafíos en términos de infraestructura multimodal y logística, y cómo participan en ese desarrollo los puertos que Compas opera?

Creemos que las inversiones que se han hecho en años recientes en el desarrollo, por ejemplo, de las autopistas 4G, han ido por buen cambio, y como actores del sector de comercio exterior no nos gustaría que se detenga o se deteriore. Valoramos el desarrollo de las vías que conectan al centro del país con regiones como el Golfo de Morrosquillo, donde tenemos el puerto de Tolú, y eso permite que haya un desarrollo logístico importante y un potencial de crecimiento bastante grande.