Formalización y menor pobreza son los indicadores que lidera la capital

Bogotá sigue demostrando, en cifras, por qué es la capital de Colombia. En 2024 aportó 25,2% al PIB nacional, consolidándose como la ciudad más influyente en la actividad productiva del país. Este peso se refleja en sectores estratégicos como el financiero, donde concentra 49,4% de la actividad nacional; información y comunicaciones, con 42,3%; y actividades artísticas y recreativas, con 41,2%.

Las señales macroeconómicas son positivas: la inflación en la capital acumuló 4,3% entre enero y julio de 2025, una caída de 0,4 puntos frente al año pasado y muy por debajo del 7,4% de 2022. A esto se suma una tasa de desempleo de 9% anual para julio de 2025, una de las 10 cifras más bajas entre los 32 departamentos, pero es aún mucho más positiva la registrada en el trimestre móvil mayo- julio, de 8,5%, ya que fue la más baja en 18 años, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).

“Bogotá muestra un panorama macroeconómico favorable, caracterizado por señales claras de estabilidad y una recuperación sostenida. El balance actual es positivo, respaldado por una mejora significativa en indicadores clave como la inflación, el empleo y el crecimiento económico”, dijo María del Pilar López Uribe, secretaria de Desarrollo Económico de Bogotá.

Pero quizás uno de los indicadores a resaltar es el trabajo que viene haciendo la actual administración por disminuir los niveles de pobreza y que se evidencia en el último año.

Y es que, durante el primer año de gobierno del alcalde Carlos Fernando Galán, la pobreza cayó a un ritmo mayor que en el resto del país. Según el Dane, entre 2023 y 2024, la pobreza monetaria en la capital descendió 4,6 puntos porcentuales, pasando de 24,2 % a 19,6 %. En paralelo, la pobreza extrema bajó de 5,9 % a 4,2 %, lo que representa una caída de 1,7 puntos porcentuales.

Esto se traduce en que más de 352.000 personas salieron de la pobreza y otras 134.000 dejaron de estar en pobreza extrema en tan solo un año. Y a que una de cada tres personas que salen de la pobreza en Colombia, lo hacen en Bogotá.

Modernización de las transferencias económicas, mayor crecimiento económico de la ciudad frente al resto del país, más empleo formal y una baja en la inflación estaría siendo la receta que está permitiendo mayo desarrollo en la capital.

Precisamente, otro indicador que respalda el liderazgo de Bogotá es la informalidad laboral. La capital registra una tasa de 35,5%, la más baja del país y 19,5 puntos por debajo del promedio nacional. Esto significa que Bogotá es la ciudad con mayor proporción de trabajadores con acceso a prestaciones sociales, lo que refuerza su papel como un centro de oportunidades.

Todo esto gracias a que cuentan con un tejido empresarial resiliente. Según la Cámara de Comercio de Bogotá, durante el año 2024 la ciudad mantuvo un tejido empresarial activo y diverso, con un total de 425.194 empresas registradas como activas, lo que representa un incremento de 0,5% en comparación con el año anterior, cuando se reportaron 423.158 empresas.

Una mayor disponibilidad del empleo formal también obedece “a que en Bogotá se encuentra gran parte de la infraestructura institucional del país, incluyendo entidades públicas, privadas y multinacionales, lo cual genera una alta demanda de servicios profesionales, jurídicos, logísticos y tecnológicos”, dijo Ovidio Claros Polanco, presidente de la Cámara de comercio de Bogotá.

Para seguir consolidándose como un referente de desarrollo, la capital deberá seguir trabajando en sus retos actuales, que son una caída en la inversión extranjera directa y baja productividad de los micronegocios según la secretaría de Desarrollo Económico de Bogotá. “Esto refleja que Bogotá no ha logrado recuperar el dinamismo previo a 2019, manteniéndose en niveles históricamente bajos frente al desempeño de otras regiones”, dijo.

Con sus buenas cifras y pese a los retos, hoy por hoy Bogotá se muestra como una ciudad competitiva a nivel internacional en muchos aspectos. Por ejemplo, la capital es la sexta mejor urbe de Latinoamérica en reputación de marca, según el índice de Brand Finance, y la séptima más inteligente de la región, de acuerdo con el índice Cities in Motion 2024.

Y lo será aún más cuando, en 2028, entre a operar por primera vez el metro de Bogotá, que ya está reportando cifras positivas: el proyecto incrementará en 0,4 puntos porcentuales el PIB distrital durante los años de ejecución, un impacto considerable equivalente a la sumatoria económica de Guaviare y Guainía según estudios del Observatorio de Desarrollo Económico.