“Operamos el metro en Quito y movemos 200.000 usuarios con licencia por seis años”

Hace casi tres décadas, el 30 de noviembre de 1995, se inició a las 11:00 a.m. la operación comercial del primer tramo del Metro de Medellín, entre las estaciones Niquía y Poblado en la Línea A. Hoy, tres décadas después, es una de las compañías de servicio de transporte público insignias de Antioquia y Colombia.

Tomás Andrés Elejalde Escobar, gerente general de la empresa Metro de Medellín, explicó desde el 9° Congreso Empresarial Colombiano que transportan al día 1,1 millones de personas y destacó la importancia de esta operación para la capital paisa.

¿Cómo está la operación del Metro de Medellín?

La empresa Metro de Medellín es fundamental para la sostenibilidad del Valle de Aburrá. Hoy, está transportando poco más de 1,1 millones de viajeros al día en los 10 municipios del área metropolitana. La compañía es fundamental para la productividad y sostenibilidad económica de la región a través del ahorro de tiempo y dinero de las personas en sus desplazamientos.

Es fundamental también para la sostenibilidad ambiental, porque la movilidad en el metro, al ser eléctrica, no genera emisiones. Nosotros reducimos al año el potencial de emisiones en más de 570.000 toneladas de CO2.

¿Cómo está el portafolio del metro en cuanto a capacidad de movilización?

Prestar un servicio público esencial de transporte no es un negocio lucrativo en ninguna parte del mundo. En todas las ciudades del planeta, operar un sistema de red de movilidad tiene unos apalancamientos a través del Estado, de las ciudades, fondos de estabilización, auxilios de muchos tipos, entre otros.

Un servicio público esencial de transporte lo que da son externalidades positivas a las ciudades y regiones, productividad, conexión de las personas, etc. En el Valle de Aburrá, esas externalidades están valoradas para 2023 en más de $4,79 billones. Por eso, los estados y las ciudades invierten en movilidad.

¿Cuáles son las unidades de negocio de la empresa?

Hoy tenemos tres líneas de trabajo. La primera es la de operaciones de recaudo que se hacen a través de una plataforma electrónica; en la segunda, prestamos servicios de consultoría y operamos otros sistemas de transporte, como en el caso de Quito; y la tercera, la más importante para el futuro, es la de acompañar la gestión de normas, para hacer planes especiales y hace un desarrollo orientado al transporte, que es la gestión inmobiliaria.

¿Cómo les ha ido con la operación del metro en Quito?

Es una experiencia importante porque es la primera vez que salimos a operar un metro en el exterior; la ciudadanía ha respondido demasiado bien. Estamos transportando alrededor de 200.000 usuarios, con una inversión de US$490.000. Tenemos la licencia por seis años con la opción de alargar ese plazo.