Del distrito a la Nación, el proyecto de Miguel Uribe Turbay que nunca vio la luz

El proyecto político de Miguel Uribe Turbay estuvo marcado por los planes en materia de seguridad y temas económicos, de hecho, sus primeros grandes debates en el Concejo de Bogotá, donde arrancó su carrera política, fueron para auditar los recursos públicos y evitar un “festival de contratos”.

No obstante, en el último año, elevó propuestas en materia laboral, de educación e infraestructura, que iban configurando sus propuestas para la contienda por la Presidencia de la República.

Sobre seguridad, el congresista aseguró que era la materia en la que más debía trabajar el país en el corto plazo. En el marco de la convención bancaria de 2025, que fue de sus últimos actos públicos, señaló que si se controlaban los rebrotes de la violencia se volvería a estimular la economía.

“Mi compromiso es que en el próximo gobierno acabamos el hambre y la pobreza extrema en Colombia. Y para que eso sea posible, primero la seguridad. Nos están devolviendo un pasado de violencia al que no queremos volver. Viví en carne propia dolor de la guerra, y quienes lo hemos vivido no estamos dispuestos a que otras familias lo vivan. Un país sin violencia es mi propósito de vida, y yo me voy a hacer cargo, porque la paz no es impunidad”, declaró Uribe Turbay.

En ese sentido, una de las propuestas más polémicas fue la de revivir la posibilidad de la ciudadanía de portar armas. Precisamente en el evento en el que se perpetró su atentado, Uribe Turbay aseguró que esa propuesta era viable, tomando en cuenta que la prohibición del porte no era total.

“Vamos a ser muy estrictos en el otorgamiento del salvoconducto, pero creo que el colombiano de bien que considere tener su arma lo pueda hacer, es decir el porte de armas debe ser legítimo”, señaló el precandidato presidencial.

En varios escenarios dijo que el país retrocedió por lo menos 20 años en materia de seguridad, y dijo que esa debía ser la bandera para recuperar a Colombia. Eso sumado a que se redujera el Estado, sin quitarle su presencia en territorio y escenarios claves.

Por ejemplo, en materia económica, hizo varios reparos sobre el proyecto de Presupuesto para 2026, el senador advirtió que se estaban inflando los montos para ministerios con poca ejecución, y que el proyecto era una manera de aferrarse al poder.

“Desde que llegó a la Presidencia en 2022, Petro ha creado 300.000 empleos públicos. Por ejemplo, el gasto de personal en el Ministerio de Ambiente subirá 187%, entre 2025 y 2026. En el Ministerio de Minas y Energía, el gasto de personal subirá 18%, en el Ministerio del Interior 9%, en el Ministerio de Transporte 22%", señaló.

"Esto no es coincidencia, Petro está favoreciendo a sus amigos y es completamente inhumano. Alimentar la burocracia con la plata a los impuestos de los colombianos”, dijo Uribe Turbay tras la radicación del anteproyecto para 2026. En materia económica, el senador también les hizo una férrea oposición a los proyectos de reforma tributaria del Gobierno Petro, asegurando que las iniciativas desestimulaban la inversión y destruían la generación de empleo.

En ese mismo sentido, se opuso al proyecto de reforma laboral, y aseguró que presentaría una “contrareforma”, que impulsara la formalización, y que estimulara la generación de empleo. El senador aseguró que con la nueva normativa se afectarán 2,5 millones de empleos, se dispararía la informalidad, y el aumento de los costos salariales desalentarían la inversión.

Su propuesta era aumentar la flexibilización laboral, permitiendo la contratación por semanas o meses sin afectar derechos laborales, facilitando la generación de empleo en sectores con alta demanda temporal, además de reducir costos no salariales.

Otro punto económico clave, y que buscaba atender un punto coyuntural era lo que planteaba en materia energética, y que era todo lo contrario a lo que desarrolla la administración actual. Uribe Turbay pretendía posicionar a Colombia como una potencia en producción de hidrocarburos, gas y minerales.

Para eso pretendía la reactivación total de la exploración y explotación, proceso que reconocía no tendría resultados inmediatos, si le permitiría al país recuperar terreno perdido, sobre todo en materia de independencia energética, y que le daría un alivio a la situación fiscal. La infraestructura no era un tema menor, Miguel Uribe alcanzó a revelar algunas de las obras que pretendía impulsar, una era el corredor Bucaramanga - Barbosa y Bucaramanga Pamplona, además no dejaba de lado a Bogotá y buscaba lograr la consecución de la planta de tratamientos de aguas residuales del norte, que en teoría se conectaría con la Ptar Canoas.

El agro también era un sector que no pasaba desapercibido, y aunque no se le conocieron algunas propuestas concretas, en diversos escenarios planteó impulsar el sector con estrategias de inversión en infraestructura, desarrollando las vías terciarias, además de fomentar el crédito con el que se pretendía impulsar la agro industria y disminuir la informalidad en el campo, que es una de las brechas para la productividad.

El turismo también era uno de los aspectos clave de su proyecto de gobierno, y retomando el punto de la seguridad, pretendía volver a posicionar al país como un destino seguro, tanto para los nacionales, como para los extranjeros. También reveló que se diseñaría un plan de incentivos para promover la formalización y la infraestructura, sobre todo en el sector hotelero.

Finalmente, en materia de vivienda pretendía revivir el impulso del segmento de interés social para los más vulnerables, pero apalancado por el sector privado, en su momento señaló que acceder a programas como Mi Casa Ya era muy complicado por los trámites burocráticos y complejos.

Senador pidió archivar el proyecto de aumento del endeudamiento

Lo último que hizo Uribe Turbay fue la solicitud de archivar el proyecto del aumento del cupo de endeudamiento. El senador presentó una ponencia de archivo para el proyecto de ley que propone ampliar el cupo de endeudamiento del país en $17,607 millones.

Uribe argumentó que el enfoque debe centrarse en una gestión responsable del gasto público y en fomentar un crecimiento económico sostenible para evitar que la deuda alcance niveles insostenibles. Uribe señaló los riesgos de incrementar la vulnerabilidad.