La historia del Almanaque Pintoresco de Bristol, dos siglos en la tradición del campo

Cuando el padre de los estudios culturales, Stuart Hall, propuso el término englishness para referirse a “la esencia inglesa”, no imaginaba que podría extrapolarse a otras sociedades. Existen costumbres y tradiciones que definen a cada cultura, y uno de esos pilares de lo que sería la ‘colombianidad’ es el Almanaque Pintoresco de Bristol.

Este calendario fue creado en el siglo XIX y publicado por primera vez por el farmacéutico Cyrenius Charles Bristol, quien hasta el día de hoy es la persona que ilustra la portada del Bristol. A mediados de ese siglo, la pieza fue adquirida por Lanman & Kemp-Barclay, y luego empezó publicar ediciones para otras regiones como Latinoamérica.

Desde entonces se volvió una pieza de culto en Colombia, donde es el país que más vende estos ejemplares. El Bristol no solo es una pieza económica, sino que fácil de interpretar, por lo que, para la población rural y citadina del siglo XX, era ideal para generar conocimiento en diferentes áreas como la agricultura, astrología y astronomía.

“Muchas tiendas siguen dando el Almanaque de Bristol como un calendario, es muy tradicional desde el siglo XIX y, en ese sentido, lo que más permite que sea tan conocido y famoso en el campo colombiano es esa tradición, y, sobre todo, que es un pequeño libro o catálogo que es sumamente fácil de leer”, explicó Wilson Pabón, doctor en historia.

Aunque con el tiempo este calendario ha perdido exactitud, sigue siendo el ‘norte’ de muchas personas en la ruralidad principalmente por su calendario agrícola y de pesca.