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La ‘cultura motera’ gana terreno
viernes, 27 de enero de 2023
Para 2023 se estima que en Colombia se matricularán 720.000 motos nuevas. ¿Usted se animaría a tener una?
Ariel Gerardo Soto H.
Si dijera que le vendo un vehículo que no tiene pico y placa, es decir, que puede moverlo con libertad los 365 días del año, que es mucho más barato de mantener, que no se atasca en los trancones eternos de la ciudad, que no paga peajes al viajar y que una tanqueda de gasolina corriente le puede dar entre 300 y 400 kilómetros de autonomía, ¿me lo compraría?
Miles de colombianos ya lo hicieron. Durante 2022 se vendieron 822.617 motocicletas nuevas en Colombia. Esta cifra, revelada por la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (Andemos), es un nuevo récord en el país y representa 10,9% más ventas que en 2021.
Los trancones interminables en las vías de todo el país, el precio de la gasolina por las nubes y el pico y placa que restringe la movilidad, no son los únicos factores determinantes a la hora de tomar la decisión de comprar una moto.
Desde que estos vehículos aparecieron en el planeta los hemos usado como reemplazo del caballo en el trabajo o los campos de batalla, y asociado con el deseo eterno de la humanidad de liberarse de las ataduras y de integrarse a una tribu que comparte el gusto y la pasión por rodar sobre carreteras de lodo o asfalto en una moto.
Aunque hoy abundan los motoclubes en todo el mundo, entre los precursores más famosos de la cultura motera se encuentran los Hell’s Angels, grupo fundado en 1948 por veteranos estadounidenses que lucharon en la Segunda Guerra Mundial y volvieron a casa para contar la historia.
Este club, que hoy cuenta con cerca de 4.000 miembros activos en todo el mundo, ha sido asociado con actividades delictivas como el hurto, el asesinato por encargo y hasta el tráfico de armas y drogas, sin embargo ellos afirman que son amantes a las motos que se unieron para rodar juntos y que cualquier crimen es responsabilidad de los individuos que los cometieron, y no del club en su conjunto.
En los años 60, los Hells Angels hicieron parte del movimiento de la contracultura en San Francisco junto a los escritores Ken Kesey y Allen Ginsberg, los miembros de los Rolling Stones y los Beatles y el padre del “nuevo periodismo norteamericano”, Tom Wolf. Su influencia en la cultura pop aún es notoria y puede verse en series como Sons of Anarchy y Mayans MC, transmitidas en televisión por cable en todo el mundo.
Por esa explotación comercial, hoy aún persiste esa reputación que ha perseguido a los clubes por años. Pero mucho ha cambiado. Hace tiempo que los motociclistas asociados dedican gran parte de su energía y esfuerzos a ayudar al prójimo en jornadas que van de la recolección de basuras en playas y generosas donaciones a comunidades necesitadas, hasta visitas de apoyo a niños que sufren de bullying en los colegios.
Otro gran atractivo de la cultura motera es que no discrimina. En ella hay hombres y mujeres, en motos de todas las cilindradas, que son bienvenidos a sentir el viento en la cara y a disfrutar de la libertad que da rodar en estas máquinas por el mundo.
Contrario a la creencia popular, las calaveras como símbolo en la cultura de las motos, no significan maldad o muerte sino igualdad. La calavera de un hombre es igual a la de una mujer, la de un negro es igual a la de un blanco, la de un norteamericano es igual a la de un latinoamericano. Arriba de una moto todos somos iguales, sin discriminación.
Todo lo anterior ha llevado a que millones de personas prefieran la moto para moverse a diario, como herramienta de trabajo y, cada vez más, para viajes de larga distancia, o ¡todas las anteriores! Para 2023 se estima que en Colombia se matricularán 720.000 motos nuevas. ¿Usted se animaría a tener una?
@ElMotonauta77