Este torneo no les augura ventas fuertes a los bares ni al gremio gastronómico

“El Mundial de la vergüenza”, como ha empezado a ser tildado la copa de Catar que se inaugurará este 20 de noviembre, también ha visto nublada las expectativas de los principales sectores de consumo de entretenimiento nacionales, como lo son los bares y restaurantes en todo el territorio.

Para la temporada, Guillermo Henriquez, presidente ejecutivo de la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodres), estima que aumente el consumo entre los establecimientos de solo 8%. Las razones reposan sobre tres factores de influencia; el primero, que Colombia no clasificó al Mundial; el segundo, el alza de precios y la galopante inflación global, y por último, que durante la primera fase, los partidos del Mundial serán transmitidos en horas no operables y tampoco atrayentes para el público, como lo son el horario de las 5:00 a.m. hasta las 8:00 a.m.

“Pese a estos tres factores, es motivador tanto en asistencia a establecimientos como de consumo vía domicilio, lo que nos hace pensar que puede incentivar el consumo en un 8%, lo cual ayuda a extender la temporada de fin de año que suele ser la mejor y a contrarrestar las caídas en ventas que se registran desde el pasado mes”, apuntó el directivo.

Este escenario se da sobre una dinámica inflacionaria con impacto en el encarecimiento de la canasta familiar.

En octubre, el Dane publicó que la variación de la inflación mensual llegó a 0,7%, impulsada por el crecimiento continuo de los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas. De esta manera, la inflación en el año corrido llegó a 10,9% y la anual a 12.2%, encareciendo el costo de vida a niveles que no se veían hace más de dos décadas.

El sector de la noche también descarta altas expectativas sobre esta temporada. Pese a esto, si se ve algo de oportunidad durante los partidos de la primera fase. Adriana Plata, presidenta ejecutiva de Asobares, asegura que este Mundial podrá incentivar en la tendencia de los establecimientos para probar nuevos horarios de operación.

“Con el tema de la reactivación que viene después de la pandemia, muchos establecimientos probaron abrir en horarios distintos a sus regulares, por lo que ahora hay un repunte en establecimientos tipos brunch”, dijo en diálogo con LR.

Sobre esto, se alude, desde el sector, a una oportunidad desaprovechada, ya que este tipo de temporadas de fútbol dinamizan el sector del entretenimiento. Camilo Ospina, presidente de la Junta Directiva de Asobares, refiere el tema sobre la cantidad de empleos e ingresos que le entran a la economía local y nacional con este tipo de eventos y con Colombia de participante, como ha pasado otras veces.

“En el Mundial pasado, por ejemplo, vimos comportamientos de mayor rotación en los clientes. Es decir, si tú vas con tu grupo de amigos a comer y a ver el partido, regularmente se va a un segundo establecimiento comercial, por lo que ya hay una doble entrada de ingresos para el sector como parte de un comportamiento de temporada”, dijo el miembro de la Junta.

En cuanto a empleos generados, una temporada como estas, con ninguno de los factores antes mencionados en el contexto global, representa un vehículo que jalona la economía de casi que todos los sectores de consumo de entretenimiento.

“Estas fiestas regularmente hacen crear un turno adicional en el personal estándar de un comercio cuando opera en condiciones normales, por lo que la creación del turno adicional representa en cantidad miles de empleos adicionales generados durante la temporada”, argumentó Ospina.

El sector de la noche es uno de los de mayor contratación en el país, con ingresos cercanos a los $3 billones y con un aporte al PIB de 2,44% en 2021, según cifras de Asobares.

Pese al panorama, la temporada de fin de año es una buena entrada de movimiento en consumo y ventas del sector. El gremio de los bares afirma que hasta mediados de diciembre va a ver un incremento en el consumo por las despedidas empresariales y demás fiestas corporativas. Sin embargo, los directivos coincidieron que Bogotá no es fuerte durante estas épocas, ya que la mayoría de su población sale de vacaciones fuera de la ciudad o el país, representando una leve caída en consumo y ventas.