Deportes
Mundial Catar 2022
Los lunares de la Copa en suelo árabe: fallecidos y derechos humanos
domingo, 20 de noviembre de 2022
De acuerdo con una investigación de la Deutsche Welle, más de 5.000 trabajadores murieron por las condiciones infrahumanas
Cada cuatro años 32 equipos de futbol se disputan el título por el mejor de la Copa Mundial de la Fifa. Catar es el país anfitrión de esta edición. Ubicado en el oeste de Asia, que pertenece al estado soberano árabe, la Fifa le dio el sí y la confianza para que reciba a las diferentes selecciones del mundo que clasificaron.
Si bien en estas tierras nunca se ha rodado una pelota de fútbol porque sus leyes lo prohíben, aún así, la rentabilidad de la fiesta más importante del fútbol los hizo acceder a ser sede desde 2010. Para esto, no contaban con la infraestructura adecuada y necesaria. En tiempo récords comenzaron la construcción de siete estadios, uno de ellos desmontable.
Pero, no todo es "color de rosa". En el momento de su designación, el país, que apenas cuenta con 300.000 personas de nacionalidad qatarí, necesitaba a cientos de miles de personas extranjeras que sirvieran como mano de obra, pero no cualquiera sino mano de obra barata, para construir los que serían los estadios mundialistas. Esta situación pudo ser resuelta gracias a la forma tradicional de contratación laboral en el mundo árabe: el sistema kafala. De acuerdo con un informe de la BBC, esta modalidad de empleo otorga a ciudadanos y empresas privadas un control casi absoluto sobre el empleo y el estatus migratorio de los trabajadores extranjeros.
Bajo este sistema, los trabajadores extranjeros no puede cambiar de trabajo ni abandonar el país sin permiso de su empleador, así que acaba atrapado en un ciclo de abuso. Fue así, como llegaron al país árabe cerca de dos millones de personas provenientes de países como India, Bangladesh, Nepal, Kenia o Filipinas. Estas poblaciones han sido las encargadas de construir las diferentes infraestructuras del mundial.
De acuerdo con una investigación de la Deutsche Welle, más de 5.000 trabajadores murieron por las condiciones infrahumanas, casos de abusos laborales. Esta estadística pertenece a las cifras oficiales de las autoridades cataríes del período entre 2010 y 2019. Esto reveló que los trabajadores no se encontraban calificados para las labores, que no solo fueron de construcción, sino guardias de seguridad, jardineros y otras labores.
Algunas de las condiciones de trabajo era hacinamiento en campamentos con malas condiciones higiénicas y horas de trabajo de más de 16 horas diarias, así como mala alimentación.
"Tenía que llevar las baldosas al hombro hasta la cima. Era muy difícil subir por los andamios. En el trabajo de las tuberías, había fosos de 5 a 7 metros de profundidad, teníamos que colocar las piedras y el concreto, era difícil debido al calor. Era difícil respirar. Teníamos que subir con una escalera para beber agua”, relató uno de los trabajadores entrevistado por CNN Internacional.
El maltrato laboral no solo son algunas de las críticas hacia este país y el mundial que es llamado "el mundial bañado en sangre". Como si fuera poco las muertes, en Catar se penaliza la homosexualidad y para las mujeres la palabra derechos no existe. Son sometidas a estrictos cánones religiosos y culturales. En el caso de los turistas, estos deberán someterse a las leyes como no tomar alcohol, ni realizar demostraciones de afecto en público.