Comercio

Empleados de Indurtex no quieren abrir por miedo a las represalias

Por los actos vandálicos infiltrados en las manifestaciones, también han tenido varias afectaciones en las fachadas de sus locales comerciales

Nathalia Morales Arévalo

“Estamos tratando de impulsar más las ventas online, pero no crecen al ritmo de la caída”, relató Francisco Ríos, fundador de Indurtex, una empresa de fabricantes de insumos y producto terminado para las líneas de textiles del hogar.

La pandemia y los actos vandálicos han hecho que esta compañía llegue a tocar fondo y ahora piense en la posibilidad de cerrar algunos puntos de venta, pues la situación cada vez es más insostenible.

El negocio que se creó desde hace ocho años y que actualmente cuenta con locales en el Área Metropolitana Del Valle de Aburrá, Apartadó, Caucasia, Montería y Bogotá, empezó a ver sus ventas afectadas con el covid-19, pero intentó solventar la crisis con endeudamiento, generando nuevos productos como tapabocas y prendas para los servicios médicos, además de la liquidación de inventarios, tanto de producto terminado como de materias primas.

No obstante, por los actos vandálicos infiltrados en las manifestaciones, también han tenido varias afectaciones en las fachadas de sus locales comerciales, que van desde grafitis hasta vidrios rotos.

“Además, el amedrentamiento a nuestro personal. La afectación psicológica es algo de lo que nadie habla, pero hace que los empleados y colaboradores no quieran abrir en los puntos de venta por miedo a represalias”, contó Ríos.

Es por eso que analizando su situación financiera, salir de esta podría costarle a Indurtex más de $500 millones, pero la pregunta que se hace es ¿hasta cuándo?

Por ahora, la petición que hacen, para que la compañía continúe, está dirigida a los propietarios de los inmuebles.

“Que reconsideren los cánones de arrendamiento o las multas por terminación anticipada de los contratos”, explicó

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