Reservas canceladas redujeron flujo de caja de Guadalupe Latina

La especulación en los precios por parte de los proveedores de materias primas como limón y piña es uno de los problemas que atañen a José Castro Mendivil, chef y propietario del restaurante Guadalupe Latina, ubicado en la zona T de Bogotá.

El empresario explicó que la pandemia per se ya había generado un impacto contundente en el flujo de caja del restaurante. Con el paro nacional, la gravedad del estado financiero se acentuó pasando a terrenos aún más negativos, ya que la totalidad de las reservas fueron canceladas, lo que se tradujo en una reducción de 90% en el nivel del flujo.

A esto se sumó la dificultad de transporte de los empleados a su cargo, que debido a la distancia entre sus hogares y el sitio de trabajo debieron caminar un trayecto de cuatro horas, cuando normalmente, a través del sistema de transporte público, lo hacían en una hora.

La crisis, afirmó Castro, se acrecentó a partir de la semana santa, pues cabe anotar que marzo “fue un mes espectacular debido a los horarios en los que brindábamos nuestro servicio”.

Sin embargo, con los cierres derivados del tercer pico y con la llegada de las protestas, la crisis se tornó más intensa teniendo en cuenta que la zona T ha sido uno de los puntos de afluencia en los que se han desarrollado las manifestaciones.

“Normalmente, en un restaurante, el consumo nocturno representa 70% de los ingresos, mientras que en el día es de 30%”, manifestó el emprendedor, por lo que teniendo como premisa este escenario, los toques de queda por sí solos ya significaban un fuerte golpe a la liquidez.

Para cubrir los gastos de funcionamiento y de nómina, este establecimiento puso la esperanza en este fin de semana que finalizó, que incluía la celebración tradicional del día de la madre sin medida de cuarentena, para mejorar los saldos en rojo.