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“Construcción de la paz territorial, Plan Catatumbo”

Gobernación de Norte de Santander

La importancia de la paz territorial radica en que es un componente clave para el bienestar y la prosperidad de las comunidades

William Villamizar Laguado

Gobernador de Norte de Santander

Durante muchas experiencias personales y públicas he observado las diferentes formas de violencia que adolece nuestro territorio, en varias oportunidades la democracia y el deseo de nuestra gente me han permitido dirigir los destinos de nuestro hermoso departamento de Norte de Santander como su Gobernador. Este es mi tercer mandato constitucional y estoy convencido que “si a la paz le va bien, a nuestra región le va bien”; para los nortesantandereanos la construcción de paz es una prioridad estratégica para la consolidación del desarrollo, el mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes y el aprovechamiento del potencial productivo que tenemos como departamento.

Por décadas la dinámica del conflicto armado interno ha impactado la vida, los bienes y la esperanza colectiva de nuestros campesinos, comerciantes, transportadores, mujeres, jóvenes, empresarios, comunidades étnicas y diversas. De acuerdo a la teoría de Johan Galtung, la paz negativa la hemos buscado en los últimos 50 años y cada vez que se avizora un acuerdo entre las partes en confrontación, soñamos con la tan anhelada paz positiva que no es otra realidad mas que los avances en infraestructura, desarrollo y planteamientos culturales en cada uno de los 40 municipios.

Aunque callaran todos los fusiles hoy, queda el rastro de la muerte, la desolación, de pobreza y abandono producto de tantos años de guerra, por ello planteamos definiciones en la construcción de un plan que contiene elementos esenciales para lograr el absoluto de la paz territorial como proceso de restitución de funciones colectivas en un territorio, esta iniciativa se enfoca en explorar la cultura de paz como una herramienta efectiva en materia de gobernanza para la seguridad y el desarrollo, y en presentar un modelo integral y multidisciplinario para la construcción de paz en zonas de conflicto y alto impacto de violencia.

La importancia de la paz territorial radica en que es un componente clave para el bienestar y la prosperidad de las comunidades. Por tanto, resulta fundamental trabajar en la construcción de espacios que permitan desde las bases sociales asentadas en los territorios edificar un sólido sistema de coexistencia pacífica soportado en una inalterable cultura de paz, edificar la paz territorial es un desafío que requiere de un enfoque integral y multidisciplinario. Para lograrlo, es necesario abordar los diferentes aspectos que influyen en la construcción de la paz que va desde aspectos sociales, económicos, políticos, culturales y ambientales, solo de esta manera puede garantizarse que las causas subyacentes del conflicto sean abordadas holísticamente.

Estas estrategias permitirán que nuestras comunidades puedan acceder a servicios y oportunidades básicas, como educación, salud, trabajo y recreación lo que puede mejorar su calidad de vida y contribuir a su bienestar. Además, estas políticas y estrategias de desarrollo inclusivas pueden promover la participación ciudadana y el fortalecimiento de las organizaciones comunitarias, lo que puede aumentar la capacidad de las poblaciones para abordar problemas y desafíos locales; promover el diálogo social como estrategia para la superación de los escenarios de crisis que la dinámica actual de conflicto armado interno genere.

Este proyecto de paz territorial - plan Catatumbo ya ha venido siendo socializado en diferentes espacios de manera positiva, hemos participado activamente de las diferentes mesas de dialogo del gobierno Nacional con organizaciones armadas que están en nuestro territorio en la gestoría de paz, hemos realizado eventos significativos donde la población civil ha dicho: “basta ya de la guerra” porque ningún esfuerzo es en vano por tan loable tarea, si logramos que cada uno de los planes acá presentados con el apoyo de las comunidades beneficiadas avanzaríamos de forma definitiva como región a un futuro lleno de más oportunidades. Construir la paz es una tarea de todos, hoy más que nunca Colombia y nuestro departamento Norte de Santander necesita llegar a mínimos humanitarios que consoliden el dialogo, la reconciliación como búsqueda de desarrollo, justicia, legalidad y detener la guerra en nuestros territorios. Este será nuestro legado: “Por amor a nuestra gente”.

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