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Sura, Nutresa y Argos dicen que son independientes y que no hay control entre ellas

Las tres compañías del grupo paisa sostienen que el enroque se informó de manera oportuna y se conoce hace más de 40 años

Carolina Salazar Sierra

El enroque accionario del Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) y su funcionamiento están bajo la lupa de los reguladores, pues a través de un derecho de petición se solicitó indagar sobre la eventual existencia de un conglomerado económico entre Sura, Nutresa y Argos por un presunto control conjunto derivado de las participaciones cruzadas entre las compañías del sindicato paisa, motivo por el cual la Superintendencia de Sociedades solicitó a la Financiera abrir una indagación.

Ante los hechos, las tres compañías aseguran que son independientes y, a pesar de las participaciones cruzadas entre sí, no ejercen control sobre las otras.

“Cada una de estas organizaciones tiene focos en negocios totalmente diferentes: financiero, alimentos e infraestructura. Así mismo, Grupo Sura tiene sus propios órganos de gobierno corporativo, órganos en los que se toman decisiones autónomas sobre el funcionamiento y la estrategia de la Compañía”, dijo el presidente de Sura, Gonzalo Pérez, en un comunicado.

Grupo Nutresa, bajo la presidencia de Carlos Ignacio Gallego, se mantuvo en la misma línea, asegurando que tienen independencia y autonomía en la dirección, administración, gestión y operación de sus negocios. Mientras que Grupo Argos, compañía liderada por Jorge Mario Velásquez, sostuvo que las participaciones cruzadas se han informado de manera oportuna.

“Es de público conocimiento que desde hace más de 40 años entre estas tres compañías existen participaciones cruzadas. Dicha estructura de capital es legal y ha sido revelada a las autoridades y al mercado en forma oportuna y suficiente”, dijo el holding en un documento.

En línea con lo que sostienen las compañías, la Superintendencia Financiera (SFC) dijo que las sociedades no tienen inscrito en el Registro Mercantil alguna situación de control entre ellas o el reconocimiento de la existencia de grupo empresarial. Por lo anterior, le solicitó a la Supersociedades remitir al despacho los documentos, información o evaluaciones efectuadas, desde su competencia, que soportan la solicitud realizada para el análisis respectivo.

El exsuperintendente de Sociedades, Juan Pablo Liévano, explicó que, aunque la indagación sobre una sociedad es importante porque da transparencia a los diferentes grupos de interés sobre el control de las mismas, lo cierto es que en Colombia lo que está prohibido es la imbricación.

LOS CONTRASTES

  • Diego MárquezAbogado y consultor empresarial

    “Hay quienes confunden estos enroques con imbricación, y no necesariamente dependen o están relacionadas. Con eso hay que tener cuidado”.

“Es decir, cuando las filiales o subsidiarias tienen participación en su matriz, o las subsidiarias en las filiales de su matriz, existiendo control, como lo define la Ley. Mientras que las participaciones cruzadas, que es lo que llaman enroque, cuando no hay control no están prohibidas, pero pueden generar inconvenientes desde el punto de vista de gobierno corporativo, eficiencia en los negocios y el valor de las acciones para el mercado y los accionistas”, dijo Liévano.

Es por eso que estima que las dos Superintendencias deben investigar las situaciones de control y grupo empresarial, que es sobre lo que tienen competencia, no los enroques.

“Hay quienes confunden estos enroques con imbricación, y no necesariamente dependen o están relacionadas. Con eso hay que tener cuidado, pues no creo que haya algún reproche de cualquier naturaleza que se pueda hacer sobre los enroques”, declaró Diego Márquez, abogado y consultor en asuntos empresariales.

Abogados cercanos al caso confirmaron que la Supersociedades tiene competencia frente a Sura, Nutresa y Argos porque cuentan con varias sociedades subordinadas supervisadas por esta entidad; mientras que la Superfinanciera vigila y supervisa a las holding por estar listadas en la bolsa, de ahí que tienen que hacer la adquisición de una manera conjunta.

“Existe un documento firmado de colaboración entre las dos Superintendencias y eso se hacía de forma permanente. Claro que hay que seguir revisando, investigar y si hay control conjunto, hacer la inscripción. La legislación de imbricación y participaciones cruzadas hay que reformarla”, dicen los expertos.

Lo que se buscaría probar es si hubo control en las asambleas recientes, por lo que se han pedido las grabaciones de los últimos eventos. Esta indagación puede durar más de un año, para determinar si hay control conjunto y buscar la eliminación de participaciones cruzadas.

Cabe mencionar que los presidentes de los tres grupos, Carlos Gallego (Nutresa), Gonzalo Pérez (Sura) y Jorge Velásquez (Argos) hacían parte de las Juntas Directivas de las compañías de manera cruzada hasta que renunciaron en junio de este año. En el órgano directivo de Bancolombia no sucede lo mismo.

Para Diego Palencia, vicepresidente de investigaciones de Solidus Capital Banca de Inversión, estos hechos no son aislados, dadas las ofertas públicas de adquisición que lanzó Jaime Gilinski desde noviembre y en las que buscaba tener el control de Sura, Argos y Nutresa.

“En las compras hostiles inician procesos de auditorías, debidas diligencias, investigaciones de todos los supervisores y muchos bufetes de abogados trabajando en paralelo para romper enroques accionarios”, dijo Palencia e indicó que “Es tradicional que eso suceda en la entrada de un inversionista de una compra hostil y es normal que se inicien múltiples investigaciones en muchos frentes de trabajo”.

Los jugadores del mercado secundario no descartan que antes de que se cumpla un año de la primera OPA se presenten otras dos por Sura y Nutresa.

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