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Conozca los pros y contras de aprobar modelo de dolarización en Colombia

Países como Panamá, Ecuador y El Salvador ya tienen economías que giran en torno al dólar, que aseguran les da estabilidad

Salomón Asmar Soto

El proceso de adoptar el dólar como moneda en Colombia, conocido como ‘dolarización’, es un fenómeno controversial que se ha mantenido en los debates de economistas en los últimos años, pero especialmente en los últimos meses con los precios récord de la moneda de Estados Unidos para los colombianos.

“La dolarización suele ser el resultado de una situación de inestabilidad macroeconómica, en particular de hiperinflación. Para los países que terminan dolarizados para escapar de la hiperinflación, se suele observarse una reducción en el nivel y volatilidad de la inflación, lo cual contribuye a tasas de interés más bajas y, en últimas, a estabilizar la economía. El costo más importante es la pérdida de autonomía monetaria y la menor capacidad del Banco Central para actuar como prestamista de última instancia”, explicó Andrés Vargas, PhD en Economía y director del departamento de Economía de la Universidad del Norte.

Países vecinos como Panamá, Ecuador y El Salvador ya tienen economías que giran en torno al dólar, moneda que, según sus políticas monetarias, les garantiza mayor estabilidad e inflaciones más bajas y estables.
De acuerdo con el profesor Juan Nicolás Garzón Acosta, de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana, este proceso ocurre bajo ciertas circunstancias de crisis económica o de una inflación muy alta.

En Ecuador, que tiene el dólar como moneda desde 1999, la medida se tomó luego de una profunda crisis económica, que incluso llegó a ser una situación límite, según explicó Garzón.

“En Venezuela, por citar ese caso, en algún momento han propuesto una dolarización oficial, aunque ya hay una dolarización de facto; es decir, pese a que existe el bolívar, muchas transacciones y operaciones se efectúan en dólares, porque es una moneda más estable”, agregó.

Entre las ventajas de este fenómeno, según explicó el gerente de investigaciones económicas del Banco de Bogotá, Camilo Pérez, está la estabilidad que puede traer a un país en medio de una inflación elevada o de la inestabilidad social y política, como es el caso de Venezuela.

También, ante la imposibilidad de emitir, no se generan excesos de dinero que presionen sobre los bienes.

“La economía se convertiría en una especie de juego de suma cero. Ya no existiría bimonetarismo (peso-dólar) por lo que el mercado de dinero estaría en equilibrio, ya que no habría una gran número de personas intercambiando su moneda por otra”, indica un informe del Centro de Estudios para la Recuperación Argentina.

Para el gerente de investigaciones económicas del Banco de Bogotá, las economías que se dolarizan “lo hacen porque tienen problemas de estabilidad económica”, que puede venir de varios frentes: una inflación elevada o inestabilidad social y política. “En el caso de Ecuador, la dolarización se convirtió en un ancla que evita mayores problemas desde el punto de vista económico”, dijo.

A pesar de lo anterior, Pérez aseguró que un golpe muy duro para una economía que se dolariza es la pérdida de su política monetaria.

“El principal problema de la dolarización es perder la política monetaria, es decir, el Banco de la República en Colombia. Cuando usted cambia el peso colombiano por el dólar ya no tiene la posibilidad ni de emitir dinero ni de cambiar la tasa de interés. De alguna manera, en el ciclo actual de inflación, el banco central puede mover estas tasas para adaptarse. O, por ejemplo, cuando llegó la pandemia este pudo bajar las tasas de interés para estimular y expandir la economía”, explicó.

Para Pérez otro de los problemas es que, al tener una moneda propia como el peso colombiano en movimiento, el comercio exterior tiene ciertos beneficios.

“Por ejemplo, en medio de la devaluación importante en la tasa de cambio, los exportadores reciben más pesos por todo lo que venden en el exterior”, dijo.

En esto coincide Édgar Jiménez, profesor y docente de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, quien agregó que para Colombia “sería un problema” depender plenamente de una entidad como la Reserva Federal de Estados Unidos.

“A favor, es posible que los niveles de inflación se estabilicen, aunque no hay garantía total sobre este tema. Otro punto sería la facilidad con la que se pueden realizar transacciones de comercio internacional”, explicó Jiménez.

En el caso colombiano, algunos expertos como Wilson Rodríguez, profesor e investigador de la Escuela Internacional de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de la Sabana, aseguran que una dolarización de la economía colombiana es innecesaria y contraproducente.

“Desde ningún punto de vista tiene sentido hablar de dolarizar la economía. Nosotros tenemos una política monetaria muy seria, el Banco de la República es quizás la institución más responsable y la más sólida”, afirmó.

Por su parte, la directora del programa Negocios Internacionales de la Fundación Universitaria San Mateo, Siris María López, aseguró que esta medida puede traer otros problemas, como el crecimiento de la informalidad.

“La dolarización obedece a la incapacidad del país de mantener la credibilidad de su economía”, dijo.

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