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La responsabilidad de la investigación trasciende las aulas universitarias
viernes, 30 de agosto de 2024
Las capacidades de las instituciones, lideradas por sus investigadores, deben proyectarse hacia su entorno industrial y social
Javier Páez Saavedra
Vicerrector de investigación, creación e innovación de Uninorte
En un país donde la búsqueda de la verdad, la honestidad y la ética son pilares fundamentales de la investigación, las universidades asumen un rol crucial: garantizar que los resultados de sus estudios trasciendan las fronteras institucionales. Tienen la responsabilidad de encontrar un equilibrio entre el aporte al mundo científico y la respuesta a las necesidades del entorno social e industrial.
Los resultados de la investigación no deben quedarse dentro de las universidades; es esencial que lleguen a la comunidad científica global, donde pueden convertirse en eslabones claves para el avance del conocimiento. A través de publicaciones en revistas científicas y congresos los resultados de las investigaciones no solo ganan visibilidad, sino que también fortalecen el posicionamiento global de una institución.
En este sentido, las universidades deberían apostar por un acceso abierto a sus investigaciones, facilitando que otros científicos utilicen estos estudios como referencia para futuros desarrollos. En particular, la Universidad del Norte ha logrado un nivel importante en la calidad de sus publicaciones científicas, en la medida que cerca de 50% de estas se encuentran en revistas internacionales de alto impacto del primer cuartil (Q1) y un alto porcentaje de ellas se hacen en colaboración con profesores de todo el mundo.
Sin embargo, el impacto de la investigación no debe limitarse al ámbito académico. Las capacidades de las instituciones, lideradas por sus investigadores, deben proyectarse hacia su entorno industrial y social. El tejido productivo debe beneficiarse de estas capacidades, traduciendo los resultados en mejoras en productividad, generación de nuevas tecnologías y una mayor competitividad en los mercados internacionales. La sociedad en su conjunto debe verse enriquecida por investigaciones que respondan a las problemáticas actuales y anticipen los desafíos del futuro.
El gobierno, por su parte, también es un receptor de los frutos de la investigación. Un Estado que basa sus políticas en datos precisos y verificados, que adopta nuevas tecnologías, provistos por resultados de investigación y desarrollo, en la gestión de sus procesos y en su relación con los ciudadanos, será más eficiente y eficaz en su gestión.
Casos como los proyectos que la Universidad del Norte realiza con relación a enfermedades mentales degenerativas (como alzhéimer) enfocadas a poder hacer el diagnóstico oportunamente a partir de análisis genético de las personas, son ejemplo de las capacidades de nuestros profesores enfocadas a resolver problemas de nuestra sociedad, utilizando financiación del Sistema General de Regalías y de la Universidad de California.
En definitiva, las universidades deben asumir la responsabilidad de generar un impacto equilibrado en su entorno próximo y en el mundo científico en general, siempre con la premisa de contribuir al bienestar humano, la preservación de la vida y su protección en todas sus formas. De esta manera, los recursos que se inviertan en investigación tendrán un mayor impacto.