"Necesitamos una modernización aduanera urgente, que ayuden al comercio exterior"

Las exportaciones registraron un buen comportamiento este año, especialmente en los primeros 10 meses, según el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, cuando se despacharon 7,6 millones de toneladas de bienes no minero-energéticos, lo que mostró un alza de 9,8% frente al mismo periodo de 2023, al alcanzar US$18.052 millones.

La Asociación Nacional de Comercio Exterior, Analdex, destacó que las exportaciones de agro y manufacturas terminarán 2024 con destacados crecimientos, especialmente hacia Estados Unidos, el principal socio de Colombia, que viene subiendo 7,7%, con un registro de US$11.966 millones. Para conocer las perspectivas de las ventas externas en 2025, Javier Díaz, presidente de Analdex, habló de los proyectos e inversiones.

2025 representa la oportunidad para reinventar el comercio exterior ¿Qué propone Analdex?

Hay varias cosas sobre la mesa que queremos trabajar con el sector público, pero el principal es el de la facilitación al comercio. Necesitamos una modernización aduanera urgente, con unas reglas de juego que ayuden al comercio exterior, sin perder de vista el control. El decreto 659 quiere introducir la declaración anticipada obligatoria para las importaciones, que afecta también a los exportadores que compran materias primas o maquinaria en el exterior.

Paralelo a esto, vemos que el tema logístico debe ser prioritario, para que estos costos no asciendan a casi 18% del total de un producto. Esto debe venir acompañado por el transporte multimodal y mejoramiento de puertos, para ser competitivos frente a los países de la región.

Hay que estar muy atentos a lo que pueda suceder con Estados Unidos, con la entrada del nuevo presidente Donald Trump, que de pronto llega a ponernos aranceles en determinadas categorías. Igualmente, habrá relocalización de varias compañías, y Colombia debería ser una de esas primeras opciones para los inversionistas extranjeros, siempre y cuando mantengamos unas reglas de juego estables, a largo plazo.

¿Cuál es el escenario del sector el próximo año?

Creemos que va a ser un 2025 parecido a 2024, porque hay varias coyunturas geopolíticas que, de alguna u otra forma, pueden afectar la cadena de abastecimiento, a nivel mundial. Esperamos que las exportaciones no minero-energéticas mantengan ese gran ritmo de crecimiento, y que se puedan diversificar, tanto en mercados como en empresas y productos. Sin lugar a dudas, necesitamos desarrollar una oferta exportable con mayor valor agregado.

¿Cuánto dinero se moverá?

Para 2025 esperamos estar por encima de los US$50.000 millones, pero lo que nos interesa también es que esos recursos lleguen a las principales regiones y sigan generando empleos, con el fin de traer desarrollo a esos territorios preferiblemente con exportaciones no tradicionales que contribuyan a la diversificación de la oferta exportadora.

¿Cuáles serán los principales retos o desafíos?

Preocupa el decreto 659, que podría complicar aún más la tarea de importar y el aspecto logístico, porque allí se juega gran parte de la rentabilidad del comercio exterior. Esperamos que se concreten los temas de Puerto Antioquia y el calado en otros puertos, especialmente en Buenaventura.

¿A cuánto ascenderán las inversiones?

Este año, Colombia recibió US$9.553 millones en IED hasta el tercer trimestre, lo que representó una caída de 25,4%, en comparación con 2023. Este comportamiento refleja un contexto económico global complejo, marcado por una desaceleración, así como por tensiones geopolíticas; mientras a nivel nacional, hay incertidumbre en las políticas económicas aplicadas en diferentes sectores, lo que no ha permitido una adecuada implementación de las inversiones. Sin embargo, sectores como los servicios financieros y empresariales (28,5%) y la construcción (8,2%) mostraron signos de recuperación.

Para el próximo año, podría haber oportunidades en energías renovables, economía digital, agroindustria y construcción, soportadas en la creciente tendencia global de sostenibilidad y digitalización. No obstante, la recuperación de la inversión extranjera solo se dará si en el país se encuentran las señales y los incentivos correctos que le permitan a las empresas tener un panorama claro para el desarrollo de sus negocios. Todo esto se dará en un contexto de una exacerbación de la guerra comercial promovida por Estados Unidos.

¿Cómo va la transformación digital del comercio?

Colombia ha avanzado en la implementación de herramientas digitales, por ejemplo, la Ventanilla Única de Comercio Exterior y sistemas de control aduanero más eficientes. Sin embargo, aún hay camino por recorrer en términos de estabilidad de los sistemas, interoperabilidad y automatización. Las nuevas tecnologías juegan un papel fundamental en las cadenas de suministro de comercio exterior, sin embargo, en Colombia debemos acelerar su implementación para cumplir con estándares mundiales o regionales de cuánto tiempo toma exportar o importar un determinado producto.

La apropiación de la IA debe estar en el corazón de la estrategia de toda empresa exportadora, importadora o de logística. De igual forma, en el ámbito público, puede llegar a ser una gran ayuda para reducir el contrabando abierto o técnico.

¿Cómo va el cumplimiento del Pacto Verde Europeo?

Se han dado pasos importantes, no obstante, todavía falta camino por recorrer en deforestación y reducción de residuos químicos. También se necesita un trabajo público-privado aún más articulado, para que cumplir los estándares de la Unión Europea. Con la prolongación de la fecha límite para el tema de deforestación, esperamos que sectores como café tenga el respaldo ante las exigencias europeas.

¿Qué pasa con la disponibilidad de contenedores y de espacio en buques?

Se ha tratado de mantener una comunicación fluida entre el Gobierno y las principales navieras, para que esta coyuntura no afecte de manera profunda a nuestras exportaciones. Las novedades se dan porque China quiere intentar despachar la mayor cantidad de productos, antes de la posesión de Donald Trump, y allí acaparan un gran número de container. De igual forma, se propone el uso de contenedores de 40 pies, pero, por ejemplo, el café tiene dificultades con ese tipo de recipiente por peso y demás regulaciones.