Automotor

El futuro se conduce solo, ¿cómo evolucionará la conducción autónoma para 2030?

Gráfico LR

Morgan Stanley proyecta que en 2050 habrá más carros con autonomía que 100% conducidos por el ser humano, siendo los L4 y L5 los de mayor cantidad

Nicolas Cortes Rodríguez

La idea de vehículos que se conducen solos, antes exclusiva para la ciencia ficción, es cada vez más una realidad que está transformando la industria automotriz y redefiniendo la forma en la que se mueve el ser humano. Morgan Stanley espera que el primer automóvil que será 100% autónomo llegue a las calles en 2030.

La conducción autónoma, con sus promesas de mayor seguridad, eficiencia y comodidad, se perfila como una de las tecnologías más disruptivas de nuestro tiempo.

Gráfico LR

Este término hace referencia a los vehículos que se pueden desplazar por sí mismos, sin que un ser humano los controle de manera física o remota.

Detrás de un auto autónomo hay una red de sensores, cámaras, radares y sistemas informáticos que trabajan en conjunto para percibir el entorno, tomar decisiones y controlar el vehículo. Estos sistemas utilizan inteligencia artificial y aprendizaje automático para procesar grandes cantidades de datos en tiempo real y adaptarse a diferentes situaciones de conducción.

Actualmente, hay seis niveles para clasificar a estos automóviles: L0, L1, L2, L3, L4 y L5. El primero hace referencia a los carros ya conocidos que necesitan de un conductor activo a cargo de 100% de las decisiones a la hora de manejar, sin nada de automatización.

El segundo nivel se refiere a un vehículo con un leve modo de asistencia de conducción, como por ejemplo los controles de velocidad o los frenos ABS.

Los autos L2 son aquellos que realizan algunas tareas sin necesidad del control del conductor, como los asistentes de estacionamiento y de mantenimiento de carril.

En el nivel L3 ya se ve una conducción autónoma limitada. El auto es capaz de realizar acciones necesarias como frenar, girar y demás completamente solo, por un corto tiempo.

El penúltimo nivel ofrece un sistema completamente automatizado, en donde el sistema es capaz de realizar cualquier tarea necesaria, pero de ser el caso que no pueda hacerlo, el conductor puede retomar el control. En el nivel más avanzado ya no existe la necesidad de un conductor, pues el automóvil es totalmente autónomo y puede responder a cualquier tipo de situación presentada.

Según Morgan Stanley, el parque global automotor en la actualidad consiste casi en su totalidad de autos L0 y unos cuantos L1/2, aproximadamente 1.000 millones de carros L0 y 300 L1/2, pero de acuerdo a la entidad, para 2030, la cantidad de vehículos L0 será cerca de 700.000; L1/2, 400.000; L3, 100.000 y L4/5, aproximadamente 50.000.

La entidad proyecta que en 2050 habrá más carros con autonomía que 100% conducidos por el ser humano, siendo los L4 y L5 los de mayor cantidad.

Uno de los principales objetivos de esta conducción es reducir los accidentes de tránsito que a diario suceden al rededor del mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, cada año mueren más de 1,19 millones de personas en accidentes de tránsito y entre 20 y 50 millones sufren traumatismos no mortales que provocan una discapacidad.

En Colombia, de acuerdo a la Agencia Nacional de Seguridad Vial, Ansv, entre enero y octubre de 2024, 6.707 personas fallecieron por siniestros viales.

LOS CONTRASTES

  • Fernando Cortés Cofundador de EBS Soluciones

    “La conducción autónoma es un desarrollo basado en tecnología que busca solucionar algunos de los problemas que actualmente presenta la sociedad relacionado con automóviles”.

Fernando Cortés, cofundador de EBS Soluciones, aseguró que “la seguridad de los peatones se aborda mediante sistemas avanzados de sensores como cámaras, radar y LiDAR, que detectan y predicen el comportamiento humano en tiempo real. Algoritmos de ‘deep learning’ optimizan las respuestas a movimientos impredecibles, y se integran redundancias y capas para evitar fallos críticos”.

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Conducción autónoma - Morgan Stanley - Inteligencia artificial - ¿Qué esperar 2030?