Tecnología

La inteligencia artificial conseguirá la soberanía total en sus operaciones para 2030

Gráfico LR

Morgan Stanley advirtió porque la IA tendrá un aumento muy considerable en el consumo de energía, además de otros recursos

Mateo Medina Ariza

La inteligencia artificial, IA, será la tecnología del futuro, pero eso ya no es solo una frase de proyecciones, según Morgan Stanley, para 2030 será tan preponderante que se volverá en un insumo esencial, incluso apuntan que tendrá tanta autoridad que se volverá soberana.

Su implementación ya avanza entre las principales potencias, pero en el corto plazo estas herramientas aumentarán la demanda de recursos, además que requerirán de mayor infraestructura para el despliegue de sus capacidades.

De acuerdo con las estimaciones de Morgan Stanley, Estados Unidos y Europa controlan menos de 10% de las materias primas necesarias para construir, ampliar, alimentar y controlar de forma sostenible los modelos de IA.

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“El empeoramiento de las fricciones comerciales se suma a la urgencia de reubicar los ‘bleeding edge’, así como los componentes necesarios para la seguridad de la energía limpia, a medida que se amplían los modelos de IA hambrientos de energía”, detalla un informe de Morgan Stanley.

Esos países son los que más le están apostando a la implementación de estas tecnologías, siendo los sectores de vehículos eléctricos, infraestructura, acero y aluminio, energías limpias, semiconductores y otras manufacturas; las industrias que más se beneficiarán con estas herramientas digitales.

De hecho, solo en 2024, Estados Unidos invertirá casi US$130.000 millones en esas industrias para implementar la inteligencia artificial.

El problema principal es que esto conlleva un aumento exponencial del consumo energético. Se estima que la IA consumirá 378 teravatios hora para 2027, lo mismo que consumían los centros de datos mundiales en 2022. Morgan Stanley estimó que se tendrán que generar, por lo menos, 72 gigavatios adicionales, lo que representarían una inversión de US$2,75 billones en los próximos años.

“Socialmente se debe asegurar que las soluciones de IA no estén restringidas a grandes corporaciones, promoviendo plataformas abiertas o colaborativas que consideren múltiples contextos culturales, idiomas y necesidades”, agregó Liliana Carreño, presidente ejecutiva de Axede.

De hecho, el componente de sostenibilidad en las empresas contempla hacer más eficiente energéticamente a la IA antes de 2030, incluso le apuestan para que esta tecnología sea una herramienta fundamental para combatir el cambio climático.

“La sostenibilidad de la inteligencia artificial para 2030 dependerá de cómo logremos optimizar su uso y minimizar su impacto ambiental. En el país, las empresas deberán seguir adoptando tecnologías que maximicen la eficiencia, como servidores de bajo consumo, sistemas de refrigeración inteligentes y modelos pre-entrenados que eviten el uso innecesario de energía”, detalló Angel Medina, director de sostenibilidad corporativa y ASG para América Latina, en Dell Technologies.

El tema social también será clave, pues la inteligencia artificial carece de parámetros éticos, algo que poco a poco se ha ido regulando. Además, buscan que estos tengan un impacto social positivo, y para que contribuyan al desarrollo de las industrias de manera sostenible.

El aspecto ético es clave para la soberanía de la inteligencia artificial

Las empresas enfatizanque es necesario avanzar en la regulación e implementación ética de la IA sea sostenible en el futuro. “El desarrollo de marcos éticos y regulatorios sólidos que trabajen de la mano con el gobierno Colombiano y con el desarrollo de CoE de IA en las organizaciones, ayudará a que se promueva un desarrollo inclusivo y transparente, asegurando que sean sostenibles”, explicó Jorge Quintero, gerente de digital business en Sonda.

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