Estas son las opciones de la banca para que más jóvenes tengan tarjetas de crédito
viernes, 1 de abril de 2022
Los menores de 28 años se sienten atraídos por las promociones comerciales como descuentos exclusivos con ciertos plásticos
El uso de las tarjetas de crédito es una de las tantas cosas que cambian con la edad. De acuerdo con el estudio Hábitos Financieros en Línea de American Express y Google, realizado por TNS, las personas mayores de 36 años consideran que la tarjeta de crédito es la mejor opción cuando se trata de una urgencia o imprevisto. Sin embargo, esta percepción cambia de forma determinante para quienes están entre el rango de 26 a 36 años. En este caso, la tarjeta ‘plástica’ representa la primera oportunidad para crear una adecuada reputación crediticia y acceder a otro tipo de servicios pensados en el futuro, como préstamos personales, de auto o hipotecarios; mientras que, para los millennials (entre 18 a 25 años), el común denominador indica que se trata de un recurso para disfrutar de ofertas y beneficios.
Fabián Ruiz, Banking Business Advisory Head en SAP Fioneer señaló que “con la gran variedad de nuevas opciones con las que actualmente se cuenta, los bancos tradicionales enfrentan el gran desafío de fidelizar a sus clientes a través de identificar sus necesidades y responder a sus aspiraciones en el momento adecuado”.
Esto indica que los hábitos de los usuarios han sido muy bien estudiados por las entidades bancarias en Colombia y una prueba de ello, son los diferentes productos con los que han innovado en el mercado para cada segmento de clientes. De ahí, que las tarjetas de crédito para jóvenes sean de los servicios bancarios más populares al día de hoy, aunque con distintos nombres y estrategias, pero con el fin único de satisfacer el deseo de gasto que caracteriza a los adolescentes.
“Sabemos que te encanta la tecnología, disfrutar de exquisitas comidas, estar conectado con tus amigos y disfrutar de muchos otros placeres de la vida”, así se refirió Scotiabank Colpatria en una de sus ofertas comerciales para jóvenes en la que promete que ‘la tarjeta ideal si existe’ y a su vez, dejó claro que conoce de manera muy detallada a su cliente más joven.
Raúl Ávila Forero, docente de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional confirmó que entre las razones que más impulsan a los jóvenes a la bancarización está, en primera instancia, la necesidad de consolidar su experiencia crediticia y en mayor proporción, la satisfacción de compras y gastos suntuarios, ropa, salidas, espectáculos, entre otros. Asimismo, agregó que en muchos casos, el bajo monto devengado de sus salarios hace que también acudan a este tipo de alternativas crediticias.
Esto, sin mencionar que la reactivación económica, la salida de las restricciones sanitarias y la flexibilización bancaria se han convertido en sí mismas en factores que naturalmente han contribuido al crecimiento del sector en esta materia y que abren paso a un perfil consolidado de los jóvenes en términos de educación financiera.
Según cifras de la Superintendencia Financiera, el número total de tarjetas de crédito en 2021 llegó a 15.,6 millones, 927.418 más que en 2020, cuando el dato fue de 14,6 millones. No obstante, apenas se intenta recuperar frente al balance obtenido en 2019 (16 millones).
Aunque hasta hace unos años el crédito era una utopía para los jóvenes, hoy en día se sienten elogiados con el alto número de ofertas a las que pueden acceder de manera fácil y sencilla. Incluso, sin cumplir la mayoría de edad. Pues, para entidades como Bancolombia, es suficiente que el menor esté salvaguardado por un adulto responsable.
Los requisitos para solicitar la primera tarjeta de crédito suelen ser un poco menos exigentes al tratarse de productos con cuotas y cupos menores. En el caso de estos últimos, la cifra oscila, generalmente, entre $200.000 y $5 millones; las cuotas de manejo mensual entre $12.000 y $15.000, mientras que las tasas de interés están en al menos 2,05% y 27,70%, por mes y año, respectivamente.
Aunque la exactitud de estos datos están asociados a las políticas y exigencias de cada entidad financiera, muchas tienden a compartir requisitos similares como los rangos de edad, los criterios de endeudamiento e ingresos mínimos de $200.000. Por lo tanto, lo que marcará la diferencia entre uno y otro serán los beneficios adicionales que puedan ofrecer tales como descuentos, viajes, entre otros.