Finanzas Personales

¿Qué estás haciendo mal cuando no te llaman para ningún empleo?

Ripe/Expansión

Ripe

Quizá no te llaman porque no encajas en los puestos en los que has estado empeñado. Puede que sea hora de reciclar tu saber hacer, para actualizarte y para estudiar qué profesiones emergentes están siendo más demandadas y dónde puedes aportar, demostrando a los posibles empleadores que eres capaz de anticiparte a las demandas del mercado. O será que no sabes venderte adecuadamente para convencer a quien puede ofrecerte un empleo...

En todo caso, y aunque hayas fracasado en varios procesos de selección y apenas obtengas respuestas, no debes caer en la frustración. Si buscar empleo es tu trabajo actual, piensa que tienes la ocupación más difícil del mundo.

¿Sabes quién eres profesionalmente?

Es posible que no hayas hecho un pronóstico acerca de tu trabajo, de tu profesión o de tu sector de actividad. Y esto es especialmente grave si se tiene en cuenta la velocidad a la que cambia el mercado laboral y la dificultad para obtener consejo fiable y preciso sobre nuestro futuro laboral.

Saber lo que estarás haciendo dentro de cinco años es una ventaja que te permite desarrollar nuevos conocimientos y competencias que te llevan más cerca de donde quieres llegar. Diseña un plan de carrera, sé consciente de tus puntos débiles -y, por supuesto, de tus fortalezas-, además de saber qué está buscando el mercado.

El dominio de la nueva empleabilidad

No conseguirás reinventarte ni distinguirte si no estás convencido de que tu carrera profesional está en tus manos, no en la de los empleadores. Para cualquier cambio que te propongas debes ser muy flexible, y esto incluye la ubicación geográfica, la disposición a moverte e incluso a cambiar de sector y de profesión. No olvides las nuevas fórmulas laborales. No tienes por qué ceñirte sólo a la empresa tradicional.

Ten en cuenta que llega un boom del empleo independiente y que se requieren profesionales multitarea, o aquellos que puedan diseñar un portfolio de carreras con identidades profesionales múltiples, haciéndolas compatibles.

¿Puedes convertirte en un nuevo tipo de profesional?

La mejor respuesta que puedes ofrecer a un mercado laboral que cambia casi cada día es que te conviertas en un nuevo tipo de profesional. Esto implica la adquisición de nuevas competencias y la aplicación de métodos de búsqueda que nada tienen que ver con lo tradicional.

Debes aportar un nuevo valor y presentar otras credenciales profesionales: adaptabilidad, autoaprendizaje, capacidad de reciclaje o habilidad multidisciplinar, que tienen mucho que ver con la capacidad para trabajar en un entorno cambiante.

También se valora la polivalencia, la creatividad, la innovación, o las habilidades relacionales y comunicativas, que se relacionan con una faceta internacional relevante, que lleva a manejarse y a ser eficaz en diferentes culturas en sentido amplio.

Si el mercado te pide otras habilidades y capacidades profesionales y exige que adoptes nuevas fórmulas de búsqueda de trabajo, debes tener presente que las ofertas de empleo ya no son como siempre. Tal vez no estés preparado para diferentes reclamos que responden a una manera diferente de reclutar.

Las habilidades y capacidades profesionales diferentes exigen que adoptes nuevas fórmulas de búsqueda de trabajo: las ofertas de empleo tienden a dejar de ser como siempre han sido. Prepárate para diferentes reclamos que responden a una manera diferente de reclutar y que demuestran una capacidad para sintetizar y comprender los valores de la compañía.

Si te quedas en el currículo , te quedas corto...

Para los empleadores resultan cada vez más irrelevantes tus éxitos pasados. Y ya no puedes venderlos a la manera tradicional. Los expertos recuerdan que en un mundo interconectado resulta cada vez más complicado controlar nuestro propio currículo. Somos cada vez más transparentes.

Lo que eres y lo que dices que eres

Importa lo que dices en tu CV, pero también lo que dicen de ti aquellos que te conocen. De alguna manera, somos lo que nuestros amigos (sobre todo en las redes sociales) creen que somos. Cuida el valor de tus interacciones y la imagen que conforma tu reputación profesional.

Hoy las redes sociales afectan a la forma de contratar. Aportan nueva transparencia en el acceso a la información personal y profesional, y permiten acceder a los candidatos de forma más rápida y directa. Hasta ahora te preocupabas de la primera impresión que ofrecías en una entrevista de trabajo, pero también debes ocuparte de la que transmites en las redes sociales, y si los errores que cometes en ella tienen remedio. Esa primera imagen que ofreces afecta a tus posibilidades de reinvención profesional.

Segundas oportunidades profesionales

Puedes recurrir a nuevos caminos fuera de la formación reglada. Se abren segundas oportunidades para aquellos que no han tenido la opción de estudiar una carrera universitaria y están preparados para ciertos puestos. Las tecnologías ofrecen puestos de trabajo muy especializados que requieren una formación muy concreta.

Obstáculos de "última hora"

- Apenas un 20% de las ofertas de trabajo está visible. Para un cambio profesional tendrás que lidiar con el hecho de que el porcentaje de ofertas ocultas tiene cada vez más peso. Sólo un círculo reducido tiene acceso a ellas. Podría incluso hablarse de grupos cerrados de candidatos a un puesto.

- Sin un "networking" que te permita acceder a esas ofertas de trabajo ocultas tus posibilidades se reducen.

- La búsqueda de un puesto también queda mermada si no eres capaz de acceder a una de las plataformas que se dedican a una especie de reciclaje profesional de los candidatos para adecuarlos a las necesidades de las empresas. Los cazatalentos, consultoras, empresas de empleo temporal o plataformas de selección tienden ya a añadir a sus funciones la de dar un plus de capacitación a los candidatos que luego presentarán.

- Un número creciente de empresas exige en sus ofertas de empleo la pertenencia al grupo de "nativos digitales". Analiza si tu perfil profesional se identifica con aquellos que muestran un cierto alfabetismo digital, y que entiende que el mundo digital es el centro de todo, un factor disruptivo que además añade un área de conocimiento, nuevas habilidades y formas de trabajar diferentes.