Riesgos y oportunidades para pequeños inversionistas de las criptomonedas y ETFs
jueves, 2 de octubre de 2025
La facilidad de invertir montos pequeños y de operar de manera directa desde apps ha hecho que este mercado sea especialmente atractivo para jóvenes y nuevos inversionistas
La forma de invertir está cambiando en Colombia. Cada vez más personas buscan opciones más allá de las cuentas de ahorro o los CDT tradicionales y encuentran en las criptomonedas y en los fondos cotizados en bolsa, ETFs, dos alternativas con características muy distintas. Mientras las criptomonedas seducen con su volatilidad y la posibilidad de ganancias rápidas, los ETFs ofrecen diversificación y mayor estabilidad, aunque sin prometer retornos espectaculares en el corto plazo.
En el caso de las criptomonedas, el interés en Colombia ha crecido de manera sostenida. Plataformas como Binance, Bitso o Kraken han ganado usuarios locales que buscan acceso a activos digitales como Bitcoin y Ethereum, las más consolidadas del mercado. También han tenido protagonismo las llamadas stablecoins, como Usdc, que están ligadas al valor del dólar y se usan para protegerse de la volatilidad o para realizar transacciones internacionales más ágiles.
La facilidad de invertir montos pequeños y de operar de manera directa desde aplicaciones móviles ha hecho que este mercado sea especialmente atractivo para jóvenes y nuevos inversionistas. Sin embargo, la otra cara es riesgosa: la alta volatilidad, la falta de regulación uniforme y la presencia de proyectos sin respaldo convierten a las criptomonedas en un escenario de especulación donde no todos logran beneficios sostenidos.
Los ETFs, en contraste, han venido ganando espacio entre inversionistas colombianos que buscan alternativas más seguras. En el país existen productos como el iShares Colcap, que replica el índice de la Bolsa de Valores de Colombia, o el Horizons Colombia Select, diseñado para seguir de cerca el comportamiento de empresas locales. También es común que inversionistas se acerquen a ETFs internacionales, como los que replican el índice S&P 500 en Estados Unidos o sectores específicos como tecnología y energía. Estos instrumentos permiten diversificar de forma sencilla, pues con una sola compra se accede a decenas o incluso cientos de activos. Además, cotizan en bolsas de valores y suelen tener comisiones bajas. El riesgo, sin embargo, no desaparece: en épocas de crisis bursátil, el valor de los ETFs cae junto con el mercado global.
Los expertos coinciden en que la estrategia más recomendable para los pequeños inversionistas es el equilibrio. Es decir, destinar solo una fracción limitada del portafolio a criptomonedas, tratándolas como una inversión de alto riesgo con posibilidad de altos retornos, mientras se priorizan instrumentos más estables como los ETFs para consolidar el ahorro y el crecimiento a mediano y largo plazo. También subrayan la importancia de informarse antes de invertir, usar plataformas confiables y reguladas, y no dejarse llevar por la especulación del corto plazo.
La realidad es que tanto las criptomonedas como los ETFs representan dos caminos diferentes dentro de la inversión moderna. El primero es una apuesta tecnológica y volátil que puede ofrecer ganancias rápidas, pero que también exige tolerancia a pérdidas abruptas. El segundo es un instrumento bursátil más estable, pensado para diversificar y construir patrimonio con disciplina. Para los colombianos, que cada vez muestran más interés en nuevas formas de manejar su dinero, el reto es encontrar un punto medio que combine innovación con seguridad financiera.