Según nuevo estudio, la generación Z prefiere el efectivo para gestionar sus finanzas
sábado, 16 de julio de 2022
Según la encuesta de Credit Karma, 45% de los jóvenes de la Generación Z, los nativos digitales, prefieren efectivo para las compras
Expansión - Madrid
Según la encuesta de la plataforma de finanzas personales Credit Karma, 45% de los jóvenes de la Generación Z, los nativos digitales, prefieren efectivo para las compras diarias, un porcentaje mucho más elevado que en el conjunto de la población.
Además, 33% siente que tiene un mayor control de sus finanzas si opera con efectivo y un 25% afirma no querer acumular deuda.
En esta línea apunta también la encuesta nacional sobre el uso del efectivo publicada recientemente por el Banco de España, donde un 60,3% de la población entre 18 y 24 años tiene el efectivo como método de pago preferido.
Un estudio del Center for Generational Kinetics explica que la crisis económica derivada de la pandemia sanitaria impactó directamente en los jóvenes, que además asistieron a las dificultades financieras de familiares y amigos.
Según el informe, 34% de los consumidores entre 13 y 25 años se vio afectado negativamente en su ahorro personal, 36% en su posibilidad de obtener ingresos y 39% en su capacidad para consumir. También, 27% encontró problemas para ahorrar para su educación y 29% para crear un fondo de emergencia, según recoge la agencia Efe.
Todas estas cuestiones han generado entre los más jóvenes una gran preocupación por limitar el riesgo, por conocer las tarifas y los costes asociados a los medios de pago y, en definitiva, por tener un mayor control de sus finanzas personales.
En este contexto, han "redescubierto" el efectivo como una herramienta "útil, confiable y efectiva" para comprender y optimizar su salud financiera. De hecho, 64 % afirma no poseer una tarjeta bancaria.
Muchas han sido las iniciativas de jóvenes con el efectivo que se han viralizado a través de la red en los últimos tiempos.
Una de las más compartidas ha sido la denominada "ahorro en sobre". Esta medida consiste en realizar un seguimiento de los gastos mediante la distribución de una cantidad fija de dinero en varios sobres dedicados a gastos regulares y objetivos a largo plazo.
Desde finales de los años 70 diversos autores, entre ellos Elizabeth Hirschman o Richard Feinberg, vienen estudiando lo que se conoce como "cashless effect" o "efecto sin dinero", la idea de que los consumidores tienden a comprar más productos y a pagar cantidades superiores cuando realizan el pago sin efectivo, al no existir la sensación física de estar desprendiéndose de dinero tangible.
Para muchos expertos, la sensación asociada al pago en efectivo sirve como una herramienta natural para hacer los pagos "más visibles y conscientes" y para mejorar, al mismo tiempo, la gestión de las finanzas personales, frente a quienes defienden los pagos digitales y la práctica desaparición del efectivo.