Finanzas Personales

Tierras aseguradas no superan 2% del área sembrada

Paula Delgado

A pesar de que el seguro agropecuario mostró un crecimiento de 68% al cierre de 2013, llegando a representar $26.058 millones, apenas 2% de todas las tierras con uso agropecuario están cobijadas por estos servicios.

Así lo aseguró el vicepresidente senior para la región de SwissRe, Francisco Majos, para quien si se continúa con este comportamiento es factible crecer un punto en los próximos dos años.

“Se ha incrementado recientemente no solo en tamaño de prima suscrita de seguros sino también del uso del fondo que el Gobierno ha creado para el subsidio de la prima”, dice.

En lo corrido del año también se evidencia ese comportamiento. Entre enero y septiembre de 2014 las hectáreas aseguradas incrementaron un 109% con respecto a 2013, pasando de 47.269 a 98.796 hectáreas, siendo arroz, maíz, caña de azúcar, banano, algodón, soya, caucho y plantaciones forestales los principales usuarios.

Según el Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario (Finagro), para lograr lo anterior se pagó un incentivo por cerca de $18.000 millones.

El presidente de la entidad, Luis Eduardo Gómez, asegura que “el seguro agropecuario que tienen inmensas posibilidades en Colombia”, por lo que se ha venido trabajando de la mano de Fasecolda, de los gremios, de aseguradores, sistema financiero, para que cada vez haya mayor acceso a este.

Sin embargo, este avance no es suficiente para la industria aseguradora que lleva 15 años prestando este tipo de servicios contra el riesgo climático al país.

Actualmente para el seguro agropecuario se ofertan cuatro opciones pero solo dos tienen participación en el mercado: la de rendimiento mínimo y la de planta viva, las cuales son adquiridas directamente por el productor.

Dado el costo tanto de adquirir el servicio como de que una empresa aseguradora lo ponga a disponibilidad del interesado, solo los empresarios del campo medianos y grandes encuentran posible contratarlos. “Hemos avanzado pero nos falta mucho por llegar a los productores pequeños”, indica Majos.

Ese es precisamente uno de los retos del sector, llegar al microproductor con soluciones eficientes hechas a su medida. Otra de las situaciones a superar es la de la antiselección, que consiste en que solo se aseguran los predios más vulnerables, “los demás deciden retener el riesgo lo que genera que hacia el mercado asegurador los resultados en siniestralidad empeoran”.

Las otras dos modalidades de seguro agropecuario contra riesgo climático son esquemas para los gremios que posibilitan un acceso concentrado de amplia cobertura y para el Gobierno Nacional de manera que cuando se presenten catástrofes ambientales no se tengan que desviar recursos del gasto público.

“Necesitamos claridad en el mapa de riesgo que se está construyendo para priorizar la estrategia”, explica el vocero.

La iniciativa la lleva la Federación de Cafeteros
La Federación Nacional de Cafeteros (FNC), ha recibido varias propuestas de las empresas que prestan estos servicios entre las que están Mapfre, Bolívar, Sura y Previsora; sin embargo, no se ha concretado nada por el momento. El objetivo del gremio es agrupar a los microproductores para distribuir estos servicios de manera más eficiente. “Cuando una asociación se involucra nos ayuda a generar una masa crítica y a superar los retos de baja cobertura, especialmente dentro de los pequeños, y de antiselección, por la falta de conocimiento de lo que les ofrecemos”, dijo Francisco Majos para quien la implementación de estas modalidades será la que les permita crecer.

Las Opiniones

Luis Eduardo Gómez
Presidente de Finagro

“El seguro agropecuario tiene inmensas posibilidades en Colombia y se ha venido trabajando con los gremios para que cada vez haya mayor acceso al mismo”.