¿Un anillo de compromiso puede ser una inversión?
martes, 17 de julio de 2018
Hay que tener en cuenta que al comprar la sortija le entregarán un certificado del diamante, que garantiza su autenticidad.
Paola Andrea Vargas Rubio
Más allá de que un anillo sea la prueba del compromiso y el amor entre una pareja, son varios los elementos que se deben tener en cuenta para su elección, que no es necesariamente sencilla.
La escogencia de una sortija de este tipo es una decisión que no se debe tomar a la ligera, no solo por su precio (sobre el que se recomienda un presupuesto de dos a tres salarios mensuales del novio), sino también porque el diamante debe estar certificado internacionalmente y se debe pensar en la duración de la joya en el tiempo. Por eso, cabría hacerse la pregunta si un anillo de compromiso puede ser considerado como una inversión.
Para Ricardo Kling, presidente de la joyería Bauer, esta adquisición se asemeja más a un ahorro, “ya que es más como guardar un dinero en un activo que va a conservar su valor”, mientras que una inversión debe generar dividendos.
Dicho ahorro se podrá ver evidenciado al momento en que se quiera cambiar el anillo. Algunas joyerías, como Bauer, ofrecen el servicio de intercambio posterior por una piedra más grande (upgrade): “al cabo de un par de años recibimos la argolla de compromiso por el mismo precio que fue comprada, como parte de pago de la nueva sortija que se quiera adquirir”.
Además, el anillo se podrá vender al momento que se desee, y el precio dependerá del comportamiento del mercado, que se mide con base en los índices de valor de las piedras preciosas. Tal como funciona con otros tipos de activos.
La diseñadora de joyas, Ana María Sarmiento, estuvo de acuerdo en algunos aspectos con Kling, pues señaló que “si se compra un anillo de compromiso con un diamante de un costo elevado, dicha adquisición se puede considerar una inversión y por ende un negocio, ya que es algo que no va a perder su valor con el paso de los años, e incluso, puede tener una valorización”.
Además, Sarmiento afirmó que es un activo que se puede heredar de generación en generación, como es el caso de un bien inmueble.
La elección del anillo
Al igual que cuando se planea hacer una inversión, como por ejemplo la compra de un inmueble, a la hora de elegir un anillo hay que revisar ciertos aspectos para tomar una buena decisión.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que existen cuatro factores que definen el precio de la piedra: el color, la claridad o pureza, el corte o la talla, y el peso. Por eso, los expertos recomiendan asesorarse de un joyero que conozca el mercado y que puedan guiarlo para que tome su decisión con base en estas cuatro características.
Sumado a lo anterior, hay que tener en cuenta que al comprar la sortija le entregarán un certificado del diamante, que “garantiza al cliente la pureza del oro (en caso de que lleve) y la calidad de las piedras preciosas engastadas en la joya”, informó Kevin’s Joyeros.
Este certificado es muy importante porque generalmente tiene validez internacional, y si en algún momento quiere vender la joya, el documento respalda su autenticidad y su valor.
Otra de las recomendaciones para que el anillo de compromiso sea más que un símbolo de amor es buscar productos que estén respaldados por una mejora a futuro, como la que ofrece Bauer, que ayuda a que el valor de la joya se conserve y hasta aumente en un periodo de tiempo largo.
Datos del sector en Colombia
De acuerdo con las cifras más recientes de Fenalco, más de 100.000 familias colombianas viven de los ingresos que deja el sector joyero en el país; y este sector emplea alrededor de 45.000 personas. Además, en Colombia hay diferentes tipos de producción joyera, dentro de las cuales se encuentra la artesanal, diseño y tradicional. Entre todos estos tipos de joyería, las ventas para 2004 sumaron $93.386 millones, de acuerdo con cifras publicadas por la Cámara de Comercio de Medellín. Y para 2012, el mercado interno de joyería produjo ingresos por $3,2 billones.