Barril de crudo vuelve a caer por debajo de US$60 por temor a desaceleración en China
lunes, 14 de enero de 2019
Ha borrado sus ganancias logradas en el año
Reuters Andrés Venegas Loaiza
El petróleo bajaba el lunes a cerca de US$60 por barril, tras la publicación de datos que mostraron un debilitamiento de las importaciones y exportaciones en China, el segundo mayor consumidor de crudo del mundo, lo que incrementaba las perspectivas de una desaceleración en la demanda por combustible.
Las exportaciones chinas anotaron en diciembre su mayor caída en dos años y las importaciones también se contrajeron, lo que sugiere una debilidad adicional para la que es también la segunda economía más grande del mundo.
El crudo de referencia internacional Brent se cotizaba en US$59,99 por barril tras caer 0,81%, mientras que la referencia WTI caía 0,91% hasta un precio de US$51,12 por barril.
“Las importaciones y las exportaciones incumplieron con las expectativas y eso provocará una reactivación de los temores en torno a una desaceleración del crecimiento a nivel mundial”, dijo Norbert Ruecker, directivo de la banca suiza Julius Baer.
El crudo borró las ganancias iniciales generadas el lunes tras la publicación de las cifras chinas, las últimas que apuntan a una desaceleración económica desde la segunda mitad de 2018. Los mercados bursátiles asiáticos también retrocedieron y las acciones europeas caían en las primeras operaciones del día.
“Los precios del petróleo están siendo presionados a la baja por las perspectivas de un crecimiento económico más débil en China”, dijo en un reporte Stephen Innes, de la correduría Oanda. “Este dato deja en claro el impacto negativo que está teniendo la guerra comercial en la economía china y, tal vez, en la mundial”, agregó.
Pese a las preocupaciones, hay pocas señales de que la demanda de crudo haya empezado a debilitarse. Las importaciones de petróleo de China treparon casi un 30% en comparación con el año previo, según cálculos de Reuters a partir de cifras de aduanas.
El precio del crudo es respaldado por los recortes de suministro liderados por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y aliados ajenos al grupo como Rusia.