El Gobierno gana cerca de $4 billones adicionales con el dólar a $3.500
miércoles, 2 de octubre de 2019
Desde el Ministerio de Hacienda calculan que por cada $100 de más en la cotización se reciben cerca de $1,06 billones
Heidy Monterrosa Blanco
Con el alza histórica del dólar el Gobierno se frota las manos, pues hace cerca de un mes, en el debate del proyecto del Presupuesto General de la Nación para 2020, el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, señaló que por cada $100 que se deprecia la tasa de cambio respecto a la utilizada en los supuestos, se podrían generar $1,06 billones adicionales.
Estos recursos de más se deberían a que habría $720.000 millones por mayores ingresos asociados a impuestos de origen externo, $319.000 millones por los incrementos de los impuestos en el sector según las mayores utilidades que reporten las petroleras, $300.000 millones por dividendos de Ecopetrol, y $278.000 millones por concepto de pago de intereses en la deuda externa.
Considerando que la tasa con la que el Gobierno está haciendo las cuentas para 2020 es $3.129 y que el martes el dólar cerró a un precio promedio de $3.491,39, el Estado recibiría cerca de $4 billones adicionales si la divisa norteamericana llega a $3.500.
Con base en los cálculos presentados por el jefe de la cartera de Hacienda y considerando que la depreciación de la moneda local sería de $371 si se llega a este techo, los ingresos por impuestos al comercio aumentarían a $2,67 billones, los impuestos en el sector según las mayores utilidades que reporten las petroleras llegarían a $1,18 billones, los dividendos de Ecopetrol serían de $1,11 billones y el pago de intereses de la deuda podría ser de $1,03 billones.
Este martes el dólar cerró a un precio promedio de $3.491,39, es decir que la tasa de cambio llegó a un máximo histórico y se prevé que $3.500 se alcancen hoy.
De acuerdo con Daniel Felipe Lombana, analista de estudios económicos de Acción Fiduciaria, la causa fundamental de estos aumentos en la tasa sería el contexto internacional, especialmente en la disponibilidad de los dólares, es decir en la oferta y la demanda.
“Estamos viendo que a nivel global hay una escasez de dólares que tiene que ver con que en Estados Unidos las personas están demando liquidez y con que la Reserva Federal hace alrededor de un año bajó su hoja de balanza y le quitó liquidez al mercado. Desde mediados de septiembre vimos que hizo una emisión para colocar más dinero”, señaló.
Julián Cortés, analista macroeconómico de Alianza Valores destacó que la demanda de los agentes del mercado por dólares también se explica por el ambiente enrarecido que se vive en los mercados, ya que hay incertidumbre, la cual se ha generado por las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, aunque este mes sostendrán reuniones y se espera que finalmente lleguen a un acuerdo. Además, presiona el brexit.
Así mismo hay temores por una desaceleración de la economía mundial, ya que economías como las de la Unión Europea han tenido datos negativos. En este mismo sentido, las cifras publicadas por Estados Unidos han sida mixtos, y aunque están mejor que las de otras potencias, no son las esperadas para esa economía.
“El índice de actividad de la industria de manufacturas de Estados Unidos del ISM cayó a su peor nivel desde 2009, esto podría retrasar un poco que en el país se rompa el techo de los $3.500”, dijo Cortés.
A estos datos, Raúl Moreno, director de estrategias de mercado de Global Securities, les agregó que el PMI de China resultó ser menor al esperado y que en Japón se registraron los peores resultados de una subasta de bonos en años.
Por estos temores en los mercados y la aversión al riesgo, los inversionistas también están demandando dólares y cerrando posiciones en mercados emergentes como los latinoamericanos, ya que la divisa norteamericana no solo es considerada un activo refugio, sino que como se mencionó antes, los datos de Estados Unidos han tenido mejor comportamiento que los de otros países desarrollados.
Respecto a las implicaciones que tiene para el país una tasa de cambio más alta, los analistas mencionaron que, en teoría esta debería favorecer a los exportadores, ya que los hace más competitivos. Además, al hacer la conversión de dólares a pesos, reciben más dinero por sus productos.
“Al tener una tasa de cambio flexible, se debería mejorar el déficit de la balanza comercial, pero hasta ahora eso no se ha dado”, señaló Moreno. Entre los aspectos positivos de una tasa alta también está que el sector turismo se debería beneficiar.
“A los extranjeros les resulta más barato venir al país y como con el cambio de divisas los precios les resultan más bajos, su consumo de servicios aumenta”, dijo Lombana.
Sin embargo, entre los efectos negativos de una mayor tasa de cambio está el hecho de que a los importadores les resulta más costoso adquirir productos y servicios, así como a los colombianos que viajen al exterior y quienes tienen deudas en dólares.
También es importante revisar que octubre llega con algunos eventos que pueden añadir presión a la divisa. Uno de ellos, es un alza estacional en el último trimestre debido a la toma de ganancias que hacen los inversionistas y la gran demanda de la moneda. Además, se sumaran choques externos como el riesgo de contagio tras las elecciones en Argentina, el brexit y la reunión de la Reserva Federal del 30 de octubre que podría revelar una nueva intención del Banco Central de EE.UU. de inyectar liquidez para ayudar a su economía.
El petróleo cayó por datos débiles de la manufactura estadounidense
En la primera jornada de octubre los precios del petróleo cerraron con leves caídas debido a datos económicos flojos de la manufactura estadounidense. Por un lado, “los futuros del Brent cayeron a US$58,89 por barril, un descenso de US$0,36, mientras que el crudo West Texas Intermediate de Estados Unidos bajó US$0,45 a US$53,62 por barril”, señaló Reuters. El principal detonante del desempeño del commodity fue que la actividad de la industria de manufacturas de EE.UU. se redujo a su peor nivel desde 2009.