Finanzas

“El inversionista inteligente”, el libro que influenció a Warren Buffet

Ripe

Graham, quien fue profesor del empresario estadounidense en la Universidad de Columbia, ofrece varios principios que el propio Buffet decidió aplicar durante toda su trayectoria.

Pero, de todas las enseñanzas, el empresario de 84 años se ha preocupado en seguir una en especial: que lo más relevante son los fundamentos de una empresa, no la especulación bursátil.

Para más de un empresario, “El inversionista inteligente”, de Graham, no solo es una obra que perdura a pesar de los años y de los nuevos ciclos de las inversiones, también es una condición sine qua non para participar en los mercados con acierto.

El gerente general de Latin America Invest en Chile, Armando Veliz, también recomienda el libro de Graham.

En conversación con el diario La Tercera de Chile, Veliz destaca que la obra contiene más de una filosofía sobre cuáles son los elementos clave al considerar efectuar una inversión.

“La filosofía que nos entrega Graham sigue siendo el sustento de la escuela que ve las inversiones como la realización de un negocio concreto, racional, donde lo más relevante son los fundamentos de la empresa, sus planes y su futuro, y no la mera especulación en el mercado bursátil”, dice Veliz.

En sus palabras, el título contiene “conceptos como la inversión con valor, la inversión como una decisión de negocio o incluso el pesimismo o el optimismo del mercado -que por un lado lleva a cometer errores en la evaluación y a malas decisiones.

Pero, por otro lado, para quienes consideramos la inversión como la propiedad de una empresa y no como un papel- “nos dan una ventaja y una oportunidad de aprovechar los descuidos de otros para comprar activos a buen precio y con mejores expectativas futuras”.

En “The Intelligent Investor”, Graham da cuenta de un personaje de mercado que denomina Mr. Market, que prefiere comprar o vender en función a la especulación y los estados de ánimo.

Veliz observa, por su parte, que esa es una conducta irracional y “contraria al análisis profundo de una empresa, que es lo que finalmente nos da el sustento para racionalmente decidir si el valor de una acción en determinado momento es una oportunidad o es mejor buscar en otro lado”, recoge La Tercera.