Familias en Acción contará con tarjeta Visa tras alianza hecha con el Banco Agrario
martes, 25 de febrero de 2020
En junio, la entidad financiera lanzará una libranza digital en medio de sus inversiones en tecnología
Carlos Gustavo Rodríguez Salcedo
El año pasado, el Banco Agrario inició su plan de reestructuración, tras un decreto firmado por el presidente Iván Duque. Esta transformación, según el presidente de la entidad, Francisco Mejía, ayudó a tener los resultados que se obtuvieron el año pasado. El directivo, además, destacó los lanzamientos que tendrán este año, entre los que están una tarjeta de crédito y una alianza con Visa para todos los beneficiarios de Familias en Acción y Jóvenes en Acción.
¿Cómo terminó 2019?
El año pasado fue extraordinario, los cambios dieron sus frutos. La cartera bruta creció 7,2% y llegó a $13,9 billones; la utilidad creció 57,4% y pasó de $246.000 millones a $387.000 millones. Lo logramos con gestión gerencial de ingresos y gastos; nos ahorramos $61.000 millones. El Banco Agrario estaba sobre una base de costos que no correspondía y, en agosto de 2018, la cartera caía 3,6% y los gastos subían más de 7%. También nos ahorramos $36.000 millones en provisiones por deterioro de cartera gracias a un mejor proceso de originación de créditos y al seguimiento y cobranza.
¿Cuántos créditos se otorgaron y cuál es la cartera vencida?
En 2019, el índice fue de 7,56% y viene mejorando. Sin embargo, hay que decir que, como buena parte de los créditos se otorgan con períodos de gracia, las cosechas viejas todavía nos siguen impactando. Por ejemplo, la cartera de pequeño productor creció $4,7%. La cartera de microcrédito urbano, banca diseñada para luchar contra el ‘gota a gota’ en las ciudades, creció 6%.
¿Para quiénes son los créditos de la entidad?
Por estatutos, el banco puede prestar hasta 30% de su cartera de créditos por fuera del sector agropecuario; mínimo 70% debe estar colocado en toda la cadena agropecuaria. El Banco Agrario es, prácticamente, la única entidad financiera que coloca crédito de fomento en el pequeño productor. Nuestra cartera en este segmento es de $5,8 billones, tenemos un poco más de un millón de campesinos y pequeños productores deudores que son nuestros clientes predilectos. Luego vienen los medianos, los grandes productores y la agroindustria, las empresas que producen en la ruralidad, esa cartera de toda la cadena agropecuaria está hoy acercándose a los $10 billones.
¿Cuáles son los perfiles?
El monto promedio de pequeño productor es de alrededor de $10 millones. Nuestros principales clientes son los ganaderos y los cafeteros. Los departamentos donde hay la mayor cantidad de cartera son Antioquia, Boyacá, el Eje Cafetero, Tolima y Huila.
¿Cómo está la presencia nacional de la entidad?
En este momento, tenemos 787 oficinas, 610 corresponsales propios y 7.230 corresponsales con redes aliadas. Eso, por supuesto, nos da la mayor presencia en el país.De hecho, esa es una de las razones por las cuales nuestros ingresos crecieron también alrededor de 15% el año pasado, porque ya estamos sacando más provecho de tener esa gran red de oficinas y gran presencia nacional. Pero, además, hay más de 450 municipios donde el Banco Agrario es la única entidad financiera que lleva estos servicios a esa población.
¿Cuál es la meta en apertura de oficinas?
Creemos que en oficinas estamos bien. Ahora queremos crecer más en corresponsales bancarios y en fuerza móvil comercial. Es más productivo en este momento fortalecer esa fuerza móvil comercial e invertir en tecnología.
El año pasado ya logramos tener nuestro portal de clientes donde el campesino puede autogestionarse su crédito.
Vamos a lanzar la billetera electrónica en un par de semanas. Esta es una iniciativa para que desde un teléfono celular se puedan abrir cuentas de bajo monto, que no tengan ni cuota de manejo ni 4X1.000 y obviamente se puedan formar ecosistemas de pago que eviten el efectivo.
¿Cuánto estará lista la nueva tarjeta de crédito?
Paramos su emisión porque quisimos rediseñar el producto. Había también un tema de cartera vencida muy alto y esperamos en los próximos dos meses.
Lanzaremos una tarjeta de crédito como parte de nuestra apuesta de banca de personas. También vamos a hacer el lanzamiento de la libranza digital.
Esperamos que en junio ya esté lista. Tenemos ya en ciernes la consolidación de la tecnología.
¿Ya se han planteado cuántos plásticos quisieran tener?
Estamos en eso, estamos construyendo esas metas, pero ya que se habla de plásticos, sí le puedo contar que vamos a tener una gran noticia para todas las Familias en Acción en Colombia y Jóvenes en Acción.
Queremos profundizar en la bancarización de estas personas y ya hicimos un convenio con Visa para darles una tarjeta a todos y que el pago sea en abono en cuenta y no por giro. Eso, por supuesto, tiene grandes beneficios para ellos, porque al tener una cuenta ya van a poder acceder a todos los servicios financieros y quedar bancarizados como corresponde.
¿Tienen toda la infraestructura para hacer la devolución del IVA?
Claro. Creo que es el que más infraestructura tiene porque tenemos todos los pagos de Familias en Acción, Jóvenes en Acción y esta es la misma población que va a recibir la devolución del IVA.
¿Hay algún apoyo al sector de cannabis medicinal?
Verificando que se cumpla con todo lo requerido por las normas, les abrimos cuentas a las empresas de cannabis. Entendemos que a muchos bancos han adoptado la política de simplemente no atenderlas porque puede haber un riesgo en Sarlaft, pero nosotros creemos que ese es un renglón de la economía agropecuaria que tiene un enorme potencial, por supuesto, verificando que todos los requisitos se cumplen. Una empresa ya se acercó a nosotros a solicitar crédito y estamos haciendo esa evaluación. Ya tenemos alrededor de 30 empresas vinculadas con cuentas en el Banco Agrario.
No hubo impacto en la operación del Banco Agrario por el caso Navelena
El año pasado, la Superintendencia Financiera sancionó a la entidad por las irregularidades encontradas en el caso Navelena. Según Mejía, las sanciones no afectaron la operación del banco. “La mayor parte de la sanción no se debía en efectivo, sino en hacer unas inversiones en el banco para controlar más los temas de riesgo reputacional e inversiones que de todas maneras ya teníamos pensadas hacer. Se adquirió un sistema para monitorear transacciones que costó como $300 millones”, aseguró.