Firma comisionista ValorAlta planea reactivarse en el mercado en un futuro
martes, 19 de marzo de 2019
Marzo es un mes clave para inversionistas que quedan en ValorAlta y Profesionales de Bolsa, pues las firmas deben cumplir sus trámites ante la Superfinanciera y realizar desembolsos
Andrés Venegas Loaiza
Las últimas dos firmas comisionistas que han debido inactivarse a razón de escándalos de corrupción tienen hasta este mes para completar algunos de sus trámites ante la Superintendencia Financiera, de acuerdo con información del regulador.
Una de ellas es ValorAlta, la cual ha desembolsado el dinero de cerca de 80% de sus clientes afectados, sin embargo, aún tiene trámites por cumplir.
A la firma aún le restan cerca de $3.000 millones en desembolsos por lo que debe llegar a acuerdos con cinco clientes, según el registro de la Superfinanciera. El supervisor señaló que se contabilizaron 25 clientes afectados por las aciones fraudulentas de uno de sus corredores el año pasado.
Además, de los tres fondos de inversión que ValorAlta administraba, ya liquidó el fondo monetario, está en profeso de liquidación del fondo alternativo y el 8 de marzo entregó el Fondo de Inversión Colectiva Inmobiliario a Larrain Vial.
Un representante de la firma conversó con LR y aseguró que el proceso de acuerdos con los clientes que faltan “puede llevar un tiempo”, pese a que la Superfinanciera señaló que tiene hasta marzo para responder a los inversionistas faltantes. El mismo funcionario comentó que pese a que la firma permanece inactiva, “los accionistas quieren buscar la reactivación, un procedimiento que busca muchas correcciones y evaluaciones dentro de la comisionista”.
En este punto hay que tener en la cuenta que el efecto de una orden administrativa emitida en diciembre 21 de 2018 genera que, para volverse a activar en el mercado, la firma deba lograr un relicenciamiento.
Por su parte, Profesionales de Bolsa ya se canceló en el Registro Nacional de Agentes del Mercado de Valores (Rnamv) el pasado 13 de diciembre.
Pese a la cancelación y a que la firma ha logrado la restitución de recursos de clientes en 99%, aún tiene responsabilidades.
La comisionista deberá cumplir con la cancelación de su último Fondo de Capital Privado, en el cual hay 10 inversionistas y en el que 34% de los activos es de personas vinculadas a la propia entidad.
El caso de ValorAlta
ValorAlta tiene presencia en Bogotá desde 1929. Inició bajo la razón social Camacho R. y Cía, una compañía familiar, para luego pasar a llamarse Asesorías e Inversiones S.A, sociedad adquirida por sus actuales tenedores hace cerca de cinco años. Es además la comisionista de bolsa más antigua del mercado.
Esta firma había cambiado su nombre en 2015 para renovarse tras afrontar una crisis después de la compra de títulos de Pacific Rubiales, y su posterior quiebra en cuestión de meses.
Además, la comisionista se encuentra entre las pocas independientes con Global Securities, Acciones y Valores, Compass Group, Afin, Adcap y Ultraserfinco; esta última en proceso de adquisición por parte del holding Credicorp Capital.
El caso de ValorAlta inició cuando en julio de 2018 la propia firma reveló un caso de fraude por Carlos Eduardo Suárez, uno de sus corredores, tras lo cual tomó la decisión de pedir ante la Bolsa de Valores su inactivación y recurrir a la Superintendencia Financiera para responder ante el consumidor.
Entre las decisiones tomadas por la firma estuvo la constitución de una provisión en sus estados financieros por $7.000 millones “con el propósito de atender las reclamaciones de clientes y terceros que de buena fe se presenten”, según explicó en ese entonces.
El presidente de la Asociación de Comisionitas de Bolsa, Jaime Humberto López, resaltó que esta “es una firma pequeña, con un capital suficiente, pero no muy alto que se vio muy afectada por el actuar de una sola persona que no era accionista”. Precisamente al momento de su inactivación, la empresa tenía una participación de 0,5% en acciones y de 0,1% en fondos.
Caso Profesionales de Bolsa
La firma nació en 1987 en Bogotá y tres años después inició sus operaciones en Medellín, de donde provino su origen y capital. En 1995 inició operaciones en los sistemas Sebra y Deceval y su consolidación fue tal que tuvo sucursales en Cali, Pereira y Barranquilla.
El lío comenzó en 2017 con el conocimiento de la participación del dueño de la firma, Gustavo Adolfo Torres, en la cadena de coimas y sobornos del caso de corrupción de Odebrecht en Colombia.
En agosto de ese año, la junta directiva decidió la liquidación de la comisionista, por lo que se inactivó y a finales del año pasado la Superfinanciera anunció su cancelación.
“Son casos muy diferentes, sin embargo, el aterrizaje en ambos no fue forzoso, pues los inversionistas de las firmas fueron reubicados y se ha venido pagando lo que tenían pendiente”, aseguró López.
Las garantías que da el sector
El presidente de Asobolsa, Jaime Humberto López, fue enfático en resaltar que la inclusión de más firmas bancarizadas y extranjeras ha ayudado a mejorar la gestión interna de buenas prácticas “con las que además cuentan las firmas independientes que quedan”. En el sector se trabaja directamente con las comisionistas por mejorar la supervisión interna y el acompañamiento con información sobre el desarrollo de sus labores por el Autorregulador del Mercado de Valores, dirigido por Michel Janna.