Flexibilización cuantitativa acaba refugios

Los activos que incluyen bonos del Tesoro de los Estados Unidos, acciones con dividendos de alta calidad, y fondos mutuos de baja volatilidad, han visto a los inversionistas correr asustados hacia su supuesta área de seguridad. Sonnenfeldt y otros argumentan que eso los ha transformado. “Cuando pagas de más por lo que solía ser un activo seguro”, dijo, “ se vuelven demasiado riesgosos”.

El que sean definidos como “basura” es discutible. Pero la preocupación de que los precios de estos activos puedan ahora ser apuntalados más por miedo que por los fundamentos económicos es legítimo. Dentro del S&P 500, las bajas tasas de interés han hecho que las acciones de dividendos sean de las más buscadas por ingresos. El Fondo de crecimiento de dividendos de Vanguard ha casi duplicado su tamaño en tres años, a US$30.600 millones, de los cuales US$3.000 millones fluyeron en los últimos 6 meses.

Para proteger los retornos a largo plazo del fondo, Vanguard anunció el 27 de agosto que cerraría VDIGX a nuevos inversionistas. El fondo ha superado al 83% de sus pares en 2016 y al 86% en cinco años, según información compilada por Bloomberg.