Finanzas

Hay políticas restrictivas para que las remesas sean un mayor indicador de inclusión financiera: Asobancaria

María Carolina Ramírez Bonilla

Según el estudio hecho por la Asociación Bancaria de Colombia, Asobancaria, el 79% de los pagos de remesas se hace en efectivo y tan solo el 21% se hace como abono a una cuenta de ahorro o corriente.

Esta práctica es producto, en gran medida, de las restricciones impuestas por las autoridades financieras y cambiarias de nuestro país frente a las posibilidades de titularidad de los colombianos residentes en el exterior.

El resultado es un incentivo al manejo del efectivo y la falta de seguimiento a través del sistema financiero. Por ello, sería conveniente buscar una ponderación entre la preocupación del Banco de la República por mantener controles cambiarios y las necesidades propias de los emisores de remesas de generar un ahorro o inversión productiva que les permita tener un respaldo financiero en su país de origen.

Según el Banco de la República, durante el primer trimestre de 2012 ingresaron a Colombia remesas por valor de US$ 960,3 millones de dólares, cifra que representa 6,23% de las exportaciones de bienes. Si se compara con los principales productos de exportación se observa que los ingresos por concepto de remesas superaron las exportaciones de productos como café, flores, banano y textiles e individualmente solo las superan el carbón y el petróleo.

En efecto, en 2011 las remesas alcanzaron los US$4.167 millones con un promedio de US$374 por envío. Estas cifras, a groso modo, dan cuenta que mensualmente se realizaron cerca de 972 mil operaciones, beneficiando a más de cuatro y medio millones de personas.