“Hemos atendido cerca de 44.000 beneficiarios y 13.000 negocios en los últimos años"

La Fundación WWB es una entidad que constantemente busca generar iniciativas y programas que fortalezcan las capacidades personales y empresariales, especialmente de mujeres emprendedoras en situación socioeconómica vulnerable, fomentando la generación de conocimiento. Daniela Konietzko Calero, presidente de la Fundación WWB Colombia habló con LR para dar detalles del propósito de la compañía y los logros en los últimos años.

¿Cuál fue el propósito de la creación de esta fundación?

El propósito por el que se creó la fundación fue justamente la inclusión financiera, especialmente de mujeres en situación económica vulnerable, en el año 1982, liderado por Margarita Guzmán de la Torre y otras mujeres que trabajaban en el sector financiero.

Tras el boom del microcrédito, Michaela Walsh funda este movimiento, que busca la inclusión financiera de mujeres y, en Cali, se convierte en la Fundación WWB. Así que nosotros fuimos de las primeras cinco instituciones que hicieron parte de esta red y la primera en Colombia.

¿Cuáles han sido los cambios de la fundación?

En 2011 la Junta Directiva de la fundación decide crear el Banco W como una organización que busca cubrir las necesidades de la población de escasos recursos del país.

Más adelante, la fundación se queda como accionista mayoritario del Banco W, con un 86% de participación, pero decide tomar distancia durante unos años.

En 2013, la fundación cambia su propósito y trabaja para cerrar brechas de desigualdad en las mujeres y, así, promover su participación activa en el desarrollo económico del país.

Para este año, contamos con alrededor de 15.000 beneficiarios en nuestros programas.

¿Cómo han cumplido el propósito que se plantearon desde sus inicios?

Por medio de tres grandes pilares es. El primero es contribuir a la generación de capacidades, a través de programas que desarrollamos a la medida de estas poblaciones, enfocados en capacitaciones en emprendimiento, educación financiera, alfabetización digital, género y liderazgo.

Con el segundo pilar que nos hemos planteado buscamos difundir conocimiento de calidad sobre las brechas que aquejan esas desigualdades, para poder incidir sobre ellas.

Y el tercer pilar son las inversiones de impacto social, donde buscamos que se incluya la perspectiva de género dentro de la tesis de inversión y de impacto de estos fondos de inversión.

¿Cuáles son las brechas que no han sido cubiertas?

El problema ya está bien diagnosticado, yo creo que ahora lo que buscamos es dar soluciones. Por ello, decidimos crear una mesa interinstitucional de inclusión financiera, donde unimos actores que también están trabajando sobre estos temas y nos pusimos de acuerdo en cuáles son esas recomendaciones al Plan Nacional de Desarrollo en términos de inclusión financiera.

Nos dimos cuenta que, en términos generales, en Colombia está bien en inclusión financiera, pero las brechas están en la participación de las mujeres y la población rural.

¿Cuáles son las brechas en la comunidad Lgbtiq+?

La fundación no trabaja con una perspectiva Lgbtiq+, sería irresponsable porque todavía la estamos estudiando y entendiendo. Ahí hay un camino enorme que recorrer, la educación financiera debe estar adaptada a la población, pero primero hay que entender cuáles son las necesidades y las barreras. Ni siquiera se mide la inclusión financiera de la comunidad, no hay diagnóstico. Sería muy interesante que el Gobierno se diera a la tarea de entender.

¿Cuáles han sido los logros de la fundación?

Desde 2019 hemos atendido alrededor de 44.000 beneficiarios a nivel global.

Con respecto a la profundidad de nuestros programas, estamos en Cali, en 17 municipios del Valle del Cauca y en dos municipios del Pacífico Caucano. Tenemos programas también en algunos puntos del Norte del Cauca y en Nariño estamos haciendo exploraciones.

A nivel de cobertura, con programas de educación financiera y ‘Ofelia no está sola’, que es nuestra estrategia de prevención de violencia basada en género, estamos en cinco países de América Latina y en 22 departamentos del territorio colombiano.

También, hemos acompañado cerca de 13.000 negocios, de los que 80% son mujeres, para que no solo generen mayor utilidad, sino también empleo y conexiones comerciales y que, de esta forma, transiten la ruta hacia la formalización.

En el pilar de negocios, en los últimos tres años hemos comprometido cerca de US$5 millones en inversión en fondos de impacto social que tengan el lente de género.

¿Cómo empoderar cada vez más a las mujeres emprendedoras?

Nos hemos dado cuenta que no solamente el acceso al capital es el que hace el empoderamiento económico de la mujer.

Hay un componente mucho más profundo, ligado al liderazgo y al ser, por medio de generación de capacidades y la autonomía en la toma de decisiones. Ahí está el verdadero empoderamiento.

EL PERFIL

Daniela Konietzko Calero es profesional en Finanzas y Relaciones Internacionales, con posgrado en Alta Gerencia y Máster en Cooperación Internacional de la Universidad Complutense (Madrid, España). Hace parte de la Junta Directiva del Banco W; del consejo fundacional de ProPacífico; del consejo asesor de Latimpacto (Latin American Venture Philanthropy Network); y de la asamblea de Profamilia. Sus líneas de interés son género, emprendimiento por necesidad, inversiones por impacto social e inclusión financiera. Actualmente se desempeña como presidenta de la Fundación WWB Colombia.