La incertidumbre fiscal generada por el retiro de la reforma tributaria disparó el dólar
martes, 4 de mayo de 2021
En lo que va del año, la divisa ha aumentado $384,13. En cinco días de protestas, la moneda ganó $99,17 y llegó a máximos de 2021
El dólar abrió la semana con su precio más alto del año, a $3.813,64, para cerrar la jornada en un promedio de $3.816,63. Esto representó un aumento de $76,49 frente a la Tasa Representativa del Mercado (TRM), que para la jornada se ubicó en $3.740,14.
Esta cifra no se veía desde el 23 de septiembre de 2020, fecha en la que la divisa llegó a $3.813,30, y se convierte en el precio más alto de 2021, una disparada causada por el retiro del proyecto de reforma tributaria y la renuncia posterior de parte del equipo económico del Gobierno. En lo que va del año, la moneda ha ganado $384,13.
El segundo precio más alto de 2021 se registró el pasado viernes 30 de abril, cuando el dólar alcanzó $3.740,14. Aunque la cifra aún está lejos del máximo histórico, registrado el 20 de marzo de 2020, fecha en la que la TRM se fijó en $4.153,91, la incertidumbre fiscal ha disparado la moneda en pocos días.
El 15 de abril, fecha en que se presentó el proyecto de reforma tributaria, bajo el nombre Ley de Solidaridad Sostenible, el dólar cerró con un precio promedio de negociación de $3.620,41, lo que representó una caída de $45,08 frente a la Tasa Representativa del Mercado (TRM).
Sin embargo, la divisa siguió su escalada durante los días siguientes. Para el 28 de abril, fecha en la que iniciaron las grandes manifestaciones en las principales ciudades del país en contra de la reforma tributaria, la tasa oficial del dólar se ubicó en $3.717,46. Aunque para el día siguiente registró una caída de $17,699 (a un promedio de $3.699,77), el dólar escaló al ritmo de las protestas y, desde esa fecha a este lunes, en apenas cinco días, la divisa subió $99,17.
“En el corto plazo, la volatilidad se va a mantener. Ya vemos la tasa de cambio por encima de $3.800, con una diferencia entre el precio de compra y venta de la divisa muy alta en la renta fija, mientras que la liquidez está presionada”, aseguró Catalina Tobón, gerente de Estrategia e Investigaciones Económicas de Skandia.
“Esperaría que las calificadoras le den al nuevo equipo económico del Gobierno un compás de espera para ver cómo va a solventar esa necesidad de ingresos por 1,2% del Producto Interno Bruto (PIB). No creo que las calificadoras se vayan a pronunciar de forma inmediata. Una vez se decante quién va a conformar el equipo, el tipo de cambio va a poder regresar a los $3.650 o $3.700”, resaltó Tobón.
Acerca de las consecuencias para la economía del país que trae consigo un dólar tan alto, Guillermo Sinisterra, PhD en Economía de la Universidad de Nueva York y profesor de la Universidad Javeriana, destacó que “la tasa de cambio devaluada de manera temporal favorece mucho las exportaciones. Aunque beneficia a quienes están exportando café, petróleo y otros insumos, se debe tener en cuenta que entre 15% y 20% de la canasta familiar es importado, por lo que vamos a tener una presión inflacionaria y vamos a reducir el consumo de los hogares. A esto se le suma el hecho de que se encarece nuestra deuda en dólares, que representa las mayores cuentas por pagar, lo cual es gravísimo para las finanzas del Gobierno”.
Felipe Campos, director de Investigaciones Alianza Valores y Fiduciaria, destacó que “este hecho está poniendo a Colombia en un momento muy crítico, pues lo sitúa entre los países que llevan décadas en crisis. Este momento se parece mucho a lo que sucedió en 2019. Se genera un entorno más complicado, pues no solamente hay que aprobar una reforma y garantizar el grado de inversión, sino que, adicionalmente, hay que lidiar con un descontento muy marcado que cobija varios temas, sumado a las elecciones de 2022”.
Peso colombiano se convierte en la moneda emergente más devaluada
Luego de que el dólar subiera con fuerza tras la incertidumbre fiscal generada por el retiro de la reforma tributaria y la renuncia del ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, el peso colombiano se posicionó como la moneda emergente más devaluada en el año al completar una caída frente al dólar de 10,21%, seguido del peso argentino, que ha registrado un debilitamiento de 10,17%. En el tercer lugar se ubicó la lira turca, con una devaluación de 9,90%, y en el cuarto, el sol peruano, con una devaluación de 5,20%.