“La reforma no está corrigiendo el problema de los subsidios para las pensiones altas”
jueves, 7 de diciembre de 2023
En medio de la discusión de la reforma pensional, la presidente de Colfondos, Marcela Giraldo, habló de los puntos del articulado
A la espera de que se reanuden las discusiones de la reforma pensional el próximo año y las implicaciones que tendría el articulado, la presidente de Colfondos, Marcela Giraldo, se refirió a este tema y al balance del fondo de pensiones de este año.
¿Cuál es el balance del año?
Estamos cerrando con cerca de 1,8 millones de afiliados en pensión obligatoria, cerca de 700.000 afiliados en cesantías y poco más de 20.000 afiliados en pensiones voluntarias. Este año ha sido bueno desde la perspectiva de la reactivación del empleo. Hemos visto un crecimiento en las cotizaciones superior a 12%.
Por el lado de las cesantías, también tuvimos en febrero un alza en el recaudo de doble dígito, cercano a 14%, hasta alrededor de los $850.000 millones.
¿Cómo les ha ido en cuanto a rentabilidades?
Ha sido un año de mucha volatilidad. Hemos visto en los mercados un 2023 bastante retador, en donde prácticamente todos los portafolios tuvieron desvalorizaciones por efecto de la volatilidad de los mercados afuera y por la situación en Colombia.
Este año tuvimos un primer trimestre excelente y un primer semestre bastante bueno. El tercer trimestre fue difícil. Tuvimos desvalorizaciones. Los afiliados que reciben sus extractos de pensión obligatoria en el tercer trimestre vieron desvalorizaciones. No al mismo nivel del año pasado, pero sí una baja en sus rendimientos.
Pero ahora vimos un octubre y noviembre bastante fuertes y apunta a que el consolidado de 2023 será muy bueno en términos de rendimientos para los portafolios de nuestros afiliados, justificado en el comportamiento de la renta fija.
¿Qué opinión tiene de la reforma pensional?
Es muy necesaria una reforma pensional. Desde las tres perspectivas que se plantean cuando se está hablando de un sistema pensional, se espera que sea sostenible, que logre una amplia cobertura y que sea equitativa, o que balancee de manera adecuada las cargas entre las personas. Lo que se aporta desde los impuestos y que las personas, dependiendo de su condición, tengan las mismas reglas de juego.
El sistema pensional colombiano plantea varios desafíos que, desde nuestra perspectiva, no se están abordando con la reforma. El primero, desde la complejidad de la inequidad, tal vez, se aborda al consolidar un solo sistema. Hay una complejidad con el sistema actual de dos regímenes en competencia, porque para una persona es difícil entender las reglas de juego.
Pero ese aspecto, que parece ser positivo, para nosotros no es idóneo porque un modelo de prima media o de reparto es insostenible por definición. Por el cambio demográfico que estamos viviendo, no solo en Colombia, sino en todo el mundo, cada vez tenemos menos personas contribuyendo por adulto mayor.
Dentro de esta reforma también se pretende la creación de un fondo de ahorro, pero con el concepto del Ministerio de Hacienda, se está anunciando de antemano que ese fondo se estaría agotando hacia 2070, mientras que el Carf lo estima en cinco años antes, en 2065, lo que me lleva a decir que el componente más importante, el de la sostenibilidad, no se está resolviendo con la reforma.
Tampoco vemos en la reforma una fórmula que nos esté llevando a hacer la reflexión de que cada vez tenemos que ahorrar más y buscar mecanismos diferentes para integrar a esta base de cotizaciones a las personas que hoy están por fuera de la posibilidad de cotizar. Todo el mercado laboral informal, más de 50% de los trabajadores en Colombia, no tienen la posibilidad de ahorrar para una pensión. En Colpensiones se creó el sistema de Beps, pero su cobertura es bastante baja.
¿Se va a necesitar una nueva reforma pensional?
Entre más tarde, va a ser más difícil y los costos van a ser más onerosos para las generaciones futuras. Ese tema debe llamar más la atención a la gente joven. Hoy tenemos una responsabilidad muy grande con unos pensionados con los que ya hay un compromiso de pagar esas pensiones. Una parte se está pagando con las cotizaciones de algunos trabajadores que van a Colpensiones y el resto, nosotros, al pagar impuestos.
En la medida en que nos demoremos más en tomar las decisiones más responsables para garantizar la sostenibilidad del sistema, estamos haciendo que esos ajustes deban ser más drásticos.
Se ha hablado también de la edad de pensión, pero más obedeciendo a un tema biológico, cada vez vivimos más y encontramos personas de 60 años que quieren mantenerse activas laboralmente. En ese sentido, la reflexión que tiene que hacerse cada colombiano es cuánto tiempo quiere seguir generando un ingreso y cuánto, a disfrutar y a desacumular ese ahorro. Ahí, la historia para cada colombiano puede ser muy diferente.
Solo uno de cada cuatro colombianos está logrando condiciones de pensión. Esta reforma pensional, que es tan necesaria, debe tener una articulación con políticas laborales que mejoren las perspectivas de un colombiano que están entrando al mercado laboral. Pero eso no se está viendo de forma clara en el texto de la reforma pensional, ni en la laboral.
¿La edad de pensión se debería elevar?
Aumentar las edades de manera aislada no mejora la cobertura del sistema, si no se mejora las perspectivas de que los trabajadores construyan ahorro y logren la pensión. Mover la edad siempre es un tema muy impopular, pero solo 20% de los colombianos están logrando ese beneficio en las edades estipuladas.
La mejor manera de tener un sistema pensional saludable, es tener un mercado laboral saludable. Y más, si se abre la puerta para que las personas contribuyan con lo que puedan.
¿Qué opina de los subsidios?
Hay un punto fundamental en la forma como se definieron los parámetros en el régimen de prima media en donde la tasa de remplazo en la fórmula del cálculo de las pensiones es absolutamente generosa. Para una persona que cotizó por un salario mínimo, la tasa de remplazo es de 100%, porque en Colombia no se pueden pagar pensiones por debajo del mínimo. Pero lo que está implícito es que entre más se cotice y más alto sea el salario, se va a lograr un beneficio más alto.
Cuando una persona que logra cotizar por el tope de cotización de pensiones de 25 salarios logra las 1.800 semanas el subsidio es de más de $1.000 millones. La reforma no está corrigiendo esto de forma estructural, por la fórmula de la tasa de remplazo de Colpensiones se mantiene intacta.