Finanzas

La realidad contra la expectativa

Juan Carlos Cendales

Con trillones de dólares, euros y yenes literalmente estacionados con tasas negativas, por estos días vemos bonos soberanos, índices accionarios y monedas que cotizan contra el dólar, valorizándose de manera importante. No queda mucho por decir; la liquidez mundial manda en este 2017.

Contrario a lo que esperaba la mayoría del mercado, el nuevo gobierno norteamericano no parece tener el poder de destrozar los mercados mundiales y de llevar al dólar a niveles máximos históricos, todo lo contrario, el mercado empieza a darse cuenta que el botón rojo de destrucción no está al alcance del nuevo presidente, al menos tan fácilmente...

En nuestro caso, el dólar-peso se encuentra en el inicio de la zona de compra que se ubica cerca de $2.825, con una estadística que revela la importancia de este nivel durante los últimos 20 meses y nada más y nada menos que todas las empresas de sector real e inversionistas de portafolio comprando dólares a esos precios. Es una excelente oportunidad para pagar deudas en moneda extranjera, comprar efectivo para sus viajes e incluso, para ahorrar o girar divisas con un panorama de largo plazo, pues a pesar de la venta de dólares que hemos visto por estos días, producto de monetizaciones para pago de impuestos de grandes contribuyentes, el dólar está en la parte baja del movimiento que ha hecho desde agosto del 2015.

Muchos esperaban que cualquier factor desencadenara una histeria que llevara el dólar encima de $3.500, nada de eso sucedió. Se dio la aprobación de la reforma tributaria, finalizó exitosamente el proceso de paz, vimos el tan esperado aumento de tasas en la Reserva Federal, ganó Trump en Estados Unidos, el déficit de cuenta corriente ha venido bajando y la Opep firmó el acuerdo esperado por meses para estabilizar los precios del petróleo, cerca de US$56 por barril para el Brent. Ante todos estos escenarios el peso colombiano se mantuvo firme, mostrando el apetito de los inversionistas por los activos locales.

Pero es acá donde no hay que equivocarse, pues el hecho de que los activos locales muestren un movimiento de valorización importante genera posibilidades, sobre todo en el dólar, para las finanzas personales y por supuesto para las empresas importadoras.

Ahora debemos preguntarnos: ¿qué factor es tan poderoso para precipitarnos a asegurar que estos niveles de compra serán vulnerados? No faltará el análisis que por estos días empiece a ver un dólar a $2.500; sin embargo, por ahora lamentablemente no existen razones de relevancia para llevar al peso colombiano a valorizarse más contra el dólar, al menos, no más de lo que la estadística reciente demuestra; en unos niveles en donde el que compra definitivamente es quien no tiene la necesidad de vender, sino la paciencia de esperar.

Así se ven los mercados según Credicorp Capital

Con unos mercados que invierten en cualquier activo que parezca medianamente atractivo, la liquidez manda la parada. Mientras tanto, el mercado de opciones está cada vez más demandado, las primas suben cada vez más; de manera que, con tanta liquidez, los inversionistas profesionales empiezan a buscar coberturas ante un retroceso en los mercados.