"Los aportes de las ARL para los elementos de bioseguridad serían de $30.000 millones”
sábado, 16 de mayo de 2020
El ministro de Trabajo, Ángel Cabrera, informó que publicarán un decreto que amplía el porcentaje de los aportes de las ARL a 10%
Heidy Monterrosa Blanco
Durante el Foro LR ‘Las ARL en la coyuntura del covid-19’, el presidente de Fasecolda, Miguel Gómez Martínez, señaló que las Administradoras de Riesgos Laborales (ARL) pasarán de entregar $23.500 millones al mes en elementos de bioprotección a $30.000 millones mensuales.
“El Gobierno considera que el sistema de riesgos laborales debe ayudar a proteger al personal que está más expuesto en el proceso de la pandemia, que es el personal sanitario”, dijo.
El incremento en el monto mensual se debe a que, como lo comunicó en el mismo webinar el ministro de Trabajo, Ángel Custodio Cabrera, el Gobierno está trabajando en un decreto que modifica el Decreto 488 de 2020, en lo que se refiere al dinero que deben destinar las ARL para dotar a los trabajadores con equipos de bioseguridad, una responsabilidad que por ley recaía únicamente en el empleador.
Según el Ministro, el lunes estará listo este nuevo decreto que incrementa de 7% a 10% el porcentaje de los ingresos al mes que este ramo del sector asegurador debe entregar para comprar elementos de seguridad y distribuirlos entre los trabajadores que podrían tener mayor contacto con el virus, como el personal que trabaja en el sector salud.
“Este aumento significará cerca de $30.000 millones a partir del mes de mayo hasta diciembre 31. Esto significa pasar de $160.000 millones a $240.000 millones”, dijo.
Para Gómez, estos recursos no son suficientes para proteger a los cerca de un millón de trabajadores que requieren de esta dotación debido al alto riesgo al que se exponen al desempeñar su trabajo.
Dentro de este grupo se cuenta el personal que trabaja en el sector salud, es decir médicos, camilleros y enfermeros, así como el personal de aseo y seguridad de hospitales. También hacen parte de este grupo los bomberos, el personal de la Cruz Roja y quienes trabajan en los terminales de transporte y en los aeropuertos.
“Estos recursos son una pequeñísima fracción de lo que cuesta proteger a ese millón de personas. Según los cálculos que hemos hecho, para que todo ese millón de personas esté cubierto con las dotaciones que necesitan, estaríamos hablando de $430.000 millones. Así que estamos muy lejos de poder ofrecer la totalidad de la protección que se requeriría en este momento”, explicó Gómez.
Con respecto al nuevo decreto, el ministro Cabrera informó que en este se incluyeron a los profesionales independientes, quienes cotizan con su propio dinero.
“Había que cubrirlos con las necesidades que se han generado por la pandemia y lo estamos haciendo, por lo menos en la colaboración que prestan las ARL”, resaltó.
En lo que se refiere a quiénes deben recibir la dotación por parte de las ARL y qué tipo de elementos deben ser, Gómez detalló que los equipos de protección son para los sectores que están cubiertos por la norma, es decir, los trabajadores del sector salud, los de transporte y los de asistencia, tales como los bomberos y el personal de la Cruz Roja.
“Los recursos determinados en los decretos son solo para esos sectores. Para el resto, la obligación primordial y exclusiva es del empleador”, dijo el presidente de Fasecolda, quien añadió que, en los sectores sanitario y de transporte, la responsabilidad también es del empleador, pero que por la coyuntura las ARL están colaborando con la dotación, pero no los sustituyen.
Por último, en el panel también se explicó si el el covid-19 es considerado una enfermedad laboral y si los afectados por la pandemia tendrían alguna ayuda monetaria por la pérdida de empleo.
Al respecto, el ministro de Trabajo señaló que el virus se mantiene como enfermedad laboral únicamente para los profesionales de la salud.
En cuanto al auxilio monetario, Cabrera explicó que en uno de los decretos emitidos por la Emergencia Económica quedó que los trabajadores informales de los estratos 1 y 2 que se hayan contagiado con el virus y que no cuenten con ningún tipo de protección recibirán un auxilio monetario de siete días.
“No estábamos preparados para el covid-19”
Con respecto a los aprendizajes del sector sanitario frente al covid-19, el ministro de Trabajo, Ángel Custodio Cabrera, manifestó que “el mundo no estaba preparado”, por lo que las medidas han tenido que ser tomadas en medio de una emergencia internacional.
“Hasta ahora estamos aprendiendo a manejar esta situación, que es terrible y por la cual se calcula que se perdieron millones de empleos”, indicó el Ministro, quien además aseguró que el sistema de salud nacional no tenía las mejores herramientas contra la pandemia, sobre todo en el tema de la contratación.
A pesar de eso, el jefe de la cartera es optimista, pues dijo que el aprendizaje “ha sido positivo (...) Nos hemos interconectado con el mundo, pero nos preocupa la suspensión de las actividades que ha traído la pandemia”, concluyó.
La concentración de equipos de protección
El presidente de Fasecolda, Miguel Gómez, se refirió a la “inmensa” concentración de elementos de protección personal a nivel mundial como uno de los problemas que se deben solucionar para enfrentar la crisis.
“Un 50% de estos elementos lo produce China, seguido de Taiwán, India, Pakistán, entre otros. Hay una guerra por el suministro de estos productos, en medio de un mercado que no está manejando los precios de una situación normal”, dijo Gómez.
“El problema es del mundo entero, pues los elementos de protección no son una vacuna; el contagio existe y las probabilidades son reales en cualquier lugar”, agregó.
Frente a la situación que se vive en Colombia, Gómez indicó que los sectores que están cubiertos son los de transporte y el personal dedicado a la asistencia. “Para el resto de sectores de la economía, la obligación primordial es del empleador, pues las ARL pueden ayudar, colaborar y contribuir, pero no lo sustituyen”.
Problemas de estructuración en el sistema
En medio del Foro LR ‘Las ARL en la coyuntura del covid-19’, el representante a la Cámara, Gabriel Jaime Vallejo, señaló que la pandemia evidenció que el sistema laboral y de salud colombiano presenta problemas de estructuración.
En principio, calificó como negativo que al menos 60% de los trabajadores de la salud labora bajo el modelo de contratación de prestación de servicios, lo que conlleva a que el mismo trabajador cotice a su sistema de riesgos laborales.
“Hay una cifra dramática, 60% de los 690.000 trabajadores de la salud está vinculado con órdenes de prestación de servicios y ese es el primer gran problema de orden estructural porque la cotización la hace el trabajador y no el empleador”, dijo. Por ello, puntualizó que el sistema debe replantear ese modelo para, a futuro, cambiar el panorama.
*Escrito con Salomón Asmar Soto