Finanzas

Mercado de valores para nuevas empresas

Javier Díaz Fajardo

La semana pasada el mercado de valores colombiano fue testigo de un hecho particularmente importante: Credifamilia, una empresa con apenas tres años de haber iniciado operaciones, $60.000 millones en activos y cuyo objeto es la financiación de viviendas de interés social y prioritaria, emitió bonos hipotecarios por más de $18.000 millones, los cuales empleará para financiar a los colombianos que tienen menos oportunidades para adquirir vivienda propia.

Credifamilia, además de tener un plan de negocios coherente, venía preparándose para cautivar al público inversionista desde hace un par de años cuando decidió ingresar a Colombia Capital, el programa de formación de emisores de valores del futuro, que actualmente cuenta con otras 76 compañías que están preparándose para, eventualmente, inscribir o emitir sus títulos en la plaza bursátil local.

Si bien el monto de la emisión es reducido si se compara frente a otras operaciones de emisión de deuda hechas por grandes entidades del sector financiero, en esta colocación se vio una importante participación de los inversionistas institucionales, lo que demuestra que compañías como Credifamilia representan una oportunidad interesante para las entidades que buscan diversificar sus portafolios de inversión. 

Y esto fue posible también gracias al respaldo del Gobierno Nacional, que a través del Fogafín otorgó el respaldo financiero necesario para que los bonos recibieran la máxima calificación de riesgo crediticio del mercado (AAA) y recibieran mayor atención de los inversionistas.

Y aquí vemos otro hito, porque el mecanismo de garantías que utilizó Credifamilia a través de Fogafín es un instrumento disponible en el mercado desde 1999, el cual se esperaría fuera ampliamente utilizado, pero que por el contrario no ha tenido el uso que debiera, muy seguramente por desconocimiento de parte de los emisores.

Pero además esta empresa abrió un nuevo escenario y demostró que con emisiones de valores como la que hizo se desvirtúa la noción errada de que no hay mercado de valores para nuevas compañías. Y más importante, que si la compañía es sólida y el título a emitir es atractivo, el interés de los inversionistas se hace presente y prueba de ello es que en 2013 se han colocado casi $10 billones en títulos de renta fija.

Todas estas son razones de sobra para que desde la BVC creamos firmemente en que la industria bursátil es un órgano vital para la dinámica de la economía local, pero sobre todo para en el fortalecimiento de la estructura que sostiene los buenos resultados macroeconómicos del país; los mismos que lo hicieron merecedor recientemente de un nuevo aumento en su calificación de riesgo de la deuda soberana, a  BBB, por parte de Fitch Ratings.

Reiteramos desde la BVC la invitación abierta a que más compañías busquen los recursos que necesitan para crecer mediante la emisión de títulos en bolsa, sin que su tamaño o tiempo de funcionamiento se constituya en un factor de exclusión para ellas.