Finanzas

Mercados emergentes: perspectivas para América Latina

Reuters

Didier Saint-Georges

Para entender mejor dónde están las oportunidades, lo más importante es tener en cuenta los riesgos. Por una parte, la política proteccionista de la Administración Trump tendrá consecuencias directas en varias economías, como la de México. La lógica económica detrás del programa del Gobierno de EE.UU. es clara y, además, el país tiene la capacidad de imponer esa visión a sus socios. Sin embargo, las compañías latinoamericanas ya no son únicamente locales y las que tienen su sede en la región, pero desarrollan sus actividades principalmente más allá de sus fronteras, se verán menos afectadas, e incluso podrán beneficiarse de una mejor tasa de cambio que repercutirá positivamente en su competitividad, incluso en este contexto.

El segundo mayor riesgo viene de China, un país que ha aumentado las inversiones y la financiación de proyectos en países como Perú. El importante flujo de capital desde China hacia otros países, junto con el crecimiento del ratio deuda/PIB del gigante asiático apuntan a una base inestable para seguir creciendo, y esta situación puede verse afectada negativamente por la realidad política. Los países latinoamericanos que reciben inversiones considerables de China no deben ignorar la amenaza sistémica que supone esta inestabilidad.

Aun así, las oportunidades son numerosas. Por ejemplo, la prudencia de las políticas fiscales que está adoptando el gobierno de Brasil está mejorando las perspectivas de sus bonos vinculados a la inflación. Más allá de su impacto en la inflación, Brasil parece estar implementando una serie de cambios estructurales que apuntan a una mejora general de su mercado. En base a estos cambios, Carmignac tiene una visión cautelosa pero positiva al respecto.

Otras oportunidades de crecimiento vendrán de la mano del fortalecimiento continuado del mercado de materias primas, que tiene el potencial de continuar en los siguientes trimestres, así como el impacto estructural de los cambios en la política económica de Estados Unidos, que impulsará mayores rendimientos. La mayoría de países latinoamericanos, como Colombia y Chile, tienen economías que dependen en gran medida de la exportación de recursos naturales y de la inversión y financiación de grandes proyectos por parte del sector público. Si manejan correctamente la situación, los países más estables de la región deberían poder aprovechar el incremento de los precios de las materias primas y contribuir a que sus mercados de renta variable superen el comportamiento de indicadores como el MSCI Emergent Markets Index, el S&P 500, el Europe Stock 600 o el Nikkei, como ha sucedido en el pasado durante periodos en los que los rendimientos estadounidenses han crecido significativamente.

Los inversores que tengan en cuenta los riesgos mencionados y los puedan gestionar con una cartera bien balanceada podrán encontrar oportunidades muy atractivas en Latinoamérica, especialmente en países exportadores de recursos naturales y en bonos ligados a la inflación.

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