Accionistas de Grupo Argos recibirán nuevas acciones y más valor patrimonial tras escisión
domingo, 29 de junio de 2025
La separación de participaciones cruzadas entre Grupo Argos y Grupo Sura marca el fin del histórico GEA y redefine el futuro de los dos conglomerados
Tras la autorización definitiva por parte de la Superintendencia Financiera de Colombia, se dio luz verde a la esperada escisión entre Grupo Argos y Grupo Sura, una operación estructural que redefine no solo el rumbo de ambas compañías, sino también el futuro de sus accionistas. Con esta transacción, los socios de Grupo Argos recibirán $10,8 billones en acciones del Grupo Sura, y se elimina el entramado accionario que caracterizó por décadas al otrora poderoso Grupo Empresarial Antioqueño, GEA.
“Con la autorización del regulador, se da un paso decisivo para materializar esta transacción con el propósito de concentrar la compañía exclusivamente en sus negocios de infraestructura y materiales de construcción”, aseguró Grupo Argos en un comunicado.
La operación, que había sido aprobada previamente por las asambleas de accionistas y respaldada por los tenedores de bonos, implicará un cambio para los inversionistas. Por cada acción de Grupo Argos que posean, recibirán 0,23 acciones de Grupo Sura. A su vez, los accionistas de Sura obtendrán 0,72 acciones de Grupo Argos. La reconfiguración accionaria busca simplificar la estructura empresarial y fortalecer el valor económico de cada grupo.
Con la ejecución de esta escisión por absorción, los accionistas de Grupo Argos conservarán sus títulos actuales, pero con un valor contable ajustado, y a cambio obtendrán participación directa en Sura. En la práctica, esto se traduce en un incremento de 20% en sus derechos económicos dentro de Argos, al tiempo que amplían su portafolio con títulos en uno de los conglomerados financieros más relevantes del país.
“Los inversionistas aumentarán 20% sus derechos económicos en Grupo Argos, dado que la compañía cancelará las acciones propias que reciba de Grupo Sura”, explicó la compañía.
Así, un accionista con 100 acciones de Grupo Argos, valoradas en $22.000 cada una, pasará a tener las mismas 100 acciones, ahora con valor contable de $15.000, además de 23 acciones de Grupo Sura, a $11.000 por título. Su valor patrimonial estimado, luego de la operación, será de $26.000 por acción. Un movimiento que representa una oportunidad de diversificación sin perder valor en el proceso.
Ricardo Jaramillo, presidente de Grupo Sura, destacó la importancia de la operación. “Con la aprobación de esta operación, damos un paso fundamental en el que avanzamos en la focalización de nuestro portafolio de servicios financieros con tres inversiones principales: Suramericana, en seguros; Sura Asset Management, en ahorro, retiro e inversiones; y Grupo Cibest”.
Esta separación cierra definitivamente un capítulo iniciado en 1978, cuando un grupo de empresarios antioqueños, entre ellos Adolfo Arango Montoya, Jorge Molina Moreno y Samuel Muñoz Duque, diseñó una estrategia de compra cruzada de acciones para proteger a las empresas locales de adquisiciones externas. Fue la génesis del GEA.
Más de cuatro décadas después, y tras la arremetida de Jaime Gilinski con múltiples OPA que le permitieron quedarse con Grupo Nutresa, ese esquema de protección dejó de ser viable. La aprobación de esta escisión entre Grupo Argos, Cementos Argos y Grupo Sura pone fin a esa estructura de poder que definió buena parte del desarrollo empresarial de Antioquia.
El proceso
La implementación de la operación se realizará en varias etapas. Primero, Cementos Argos suspendió desde el 27 de junio su programa de recompra de acciones para calcular con precisión la distribución de títulos de Grupo Sura. Luego, a partir del 7 de julio, se suspenderá la negociación de acciones de Cemargos en la Bolsa de Valores de Colombia, BVC, con el fin de identificar a los inversionistas que conservarán su participación hasta la fecha de corte.
Posteriormente, se procederá a la transferencia de acciones de Sura desde Cementos Argos hacia Grupo Sura, que las cancelará y emitirá nuevos títulos ordinarios o preferenciales, según el caso. Las fracciones de acciones resultantes serán vendidas en el mercado y el dinero se distribuirá equitativamente entre los socios mediante un patrimonio autónomo.
En una segunda fase, que inicia el 21 de julio, las acciones de Grupo Argos y Grupo Sura también serán suspendidas temporalmente de negociación. A partir de esa fecha, las compañías intercambiarán y cancelarán las acciones que aún poseen entre sí y emitirán nuevas acciones para los respectivos socios. Con este paso se oficializa el fin de las participaciones cruzadas.
La compañía aseguró que, con esta reconfiguración, se proyecta como una plataforma más atractiva para inversionistas globales, gracias a una mayor liquidez bursátil, flotante más amplio y posibilidad de entrar en índices internacionales.
Grupo Argos explicó que su enfoque ahora será 100% en materiales de construcción e infraestructura, con un portafolio diversificado que incluye activos en tres líneas principales:
- Cementos Argos, con presencia en 16 países, $12 billones en caja tras la salida de Summit Materials, y fuerte presencia en EE.UU., Caribe y Centroamérica.
- Celsia, líder en energías renovables no convencionales en Colombia, con más de 1.000 megavatios solares en ejecución y 200 megavatios eólicos en Perú.
- Odinsa, operador clave en concesiones viales y aeroportuarias, con participación en El Dorado Max, Pacífico II, Túnel de Oriente II y el nuevo aeropuerto de Cartagena.
A esto se suma su unidad de desarrollo urbano, que gestiona un portafolio de tierras valorado en más de US$500 millones, principalmente en el Caribe colombiano.
El desenroque entre Grupo Argos y Grupo Sura crea ahora dos compañías con vocaciones claramente diferenciadas. Argos se consolida como un holding especializado en infraestructura, mientras Sura reafirma su liderazgo en servicios financieros. “Así, los accionistas quedan con participación en dos emisores sólidos”, indicaron ambas empresas.
La operación no solo marca el fin del GEA como lo conocimos, sino el inicio de una nueva etapa empresarial que, según sus líderes, busca “crear valor sostenible y transparente para todos sus grupos de interés”.